Harry se detuvo frente a la puerta de la casa de Louis, su corazón latiendo con fuerza. El peso de todo lo que había pasado y lo que estaba en juego recaía sobre él. Había pasado tantas noches en vela, planificando este momento, pensando en cómo demostrar que esta vez sería diferente. Respiró hondo, recogiendo todo el coraje que tenía, y tocó el timbre.La puerta se abrió lentamente, revelando a Jay, la madre de Louis. Su mirada era intensa, serena pero firme, y aunque no había hostilidad en su expresión, la seriedad de su rostro le dejó claro que esto no sería una bienvenida fácil.
—Harry —dijo Jay con un tono bajo, pero cortante—. Antes de que entres, tenemos que hablar.Harry tragó saliva, sintiendo el peso del momento. Sabía que no había manera de evitarlo.—Lo entiendo, Jay. Estoy aquí para escucharte —respondió, tratando de mantener la calma, aunque su interior temblaba.
Jay cruzó los brazos, su postura erguida y dominante, sin apartar la mirada de Harry. Era como si quisiera asegurarse de que sus palabras penetraran en lo más profundo de él.
—Esto es lo último que te digo, Harry —comenzó, su voz más dura de lo que él había escuchado antes—. Esta es la última oportunidad que te doy con mi hijo. Si fallas una vez más... —hizo una pausa, dejando que las palabras calaran— ...me llevaré a Louis y a Noah lejos de aquí, de ti, y créeme, Harry, no volverás a verlos.
El estómago de Harry se encogió con esas palabras, sintiendo como si todo su mundo se balanceara sobre un hilo delgado. Pero mantuvo su mirada fija en Jay, con una mezcla de determinación y humildad.
—Lo sé —murmuró, con la voz grave pero firme—. Sé que cometí errores, y que puse en riesgo lo más importante de mi vida. Sé cuánto lastimé a Louis, y lo que eso ha significado para Noah. Pero he aprendido de esos errores. He trabajado en mí mismo, Jay, te lo juro. Y no pienso dejar que esta oportunidad se me escape.
El silencio cayó entre ellos. Jay lo miró en silencio, su mirada afilada como un cuchillo, buscando cualquier rastro de duda, de insinceridad. Harry podía sentir cómo lo examinaba, como si intentara ver más allá de las palabras, buscando alguna señal de que esta vez podría ser diferente.
Finalmente, Jay dejó escapar un suspiro, pero no bajó la guardia.
—Las segundas oportunidades son un lujo, Harry —dijo suavemente, pero con un filo en su tono—. Y no todos las merecen. A ti te la están dando porque Louis aún cree en ti, aunque le hayas dado mil razones para no hacerlo. Noah te necesita, sí, pero Louis te necesita aún más fuerte. Si fallas de nuevo... si lo hieres otra vez, será el final, y no habrá vuelta atrás.
Harry asintió, sintiendo una oleada de emoción subirle por la garganta. Las palabras de Jay eran duras, pero justas, y sabía que detrás de esa dureza había una madre que solo quería proteger a su hijo y a su nieto.
—No voy a fallarles —repitió Harry con convicción, sus ojos fijos en los de Jay—. Quiero ser el hombre que Louis y Noah merecen, y haré lo que sea necesario para demostrarlo. Esta vez, lo haré bien.
Jay lo observó durante unos segundos más, evaluándolo, antes de finalmente abrir la puerta un poco más.
—Bien —dijo con un tono más relajado, aunque no completamente convencido—. Louis y Noah están adentro. Pero recuerda, Harry... te estaré vigilando.Harry asintió con una mezcla de respeto y gratitud.
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Whish you the best
Fanfic- Ce-Centro de cachorros ? debes estar equivocada. -No señor, su nombre es el que aparece en la tarjeta O dónde Harry y Louis se divorcian, no han hablado durante nueve largos meses, y de repente Su vida se pondrá de cabeza al convertirse en padres...