Capítulo 10: Situación crítica

1K 64 31
                                    

Sant Martí, Barcelona
Mayo del 2028

-Joder... No puedo más. -Dijo la menorquina tirada en la cama llevando sus manos a la cara y retirando de su frente la fina capa de sudor que la cubría. -Estoy agotada...

-Aún te tiemblan hasta las piernas. -Río la motrileña aprovechando su posición para dejar un sutil beso en el clitoris aún sensible de su amiga con toda la maldad del mundo.

-¡Ni se te ocurra! -Gritó Chiara nada más notó el beso en su punto crítico.

-¿No te apetece otro orgasmo?

-Cinco han sido suficientes.

-¿Seguro? -La provocó la pelirroja acercándose a su entrepierna y hablando prácticamente encima de su clitoris.

-Segurísimo Violeta. -Hábilmente Chiara cerró las piernas y alejó su centro del posible alcance de su amiga.

La motrileña simplemente soltó una sonora carcajada y gateó por la cama hasta quedar a la altura de Chiara frente a frente con ella.

-¿Me das un beso? -Pidió casi que lanzándose a los labios de la pelinegra, que simplemente asintió y le siguió el beso gustosa.

-Sabes rica. -Sonrió la menorquina mordiéndose el labio cuando se separaron.

-Sepo a coño. -Río Violeta ante las ocurrencias de su amiga. -Más concretamente al tuyo.

Chiara simplemente se levantó de la cama de su amiga comenzando a recoger su ropa que seguía tirada por el suelo de la habitación.

-¿Ya te vas? -Preguntó la pelirroja al ver como la menorquina se comenzaba a vestir.

-Me tenía que haber ido hace muchísimo rato, que yo solo había bajado a darte tu paquete que dejaron el otro día en mi casa.

-Te quejarás de la forma en la que te he dado las gracias. -Una sonrisa traviesa bailaba en los labios de Violeta.

-Me has liado.

-Dos no follan si una no quiere cariño.

-Eres imposible... -Sonrió ligeramente Chiara rodando los ojos y acercándose de nuevo a la cama para juntar sus labios con los de su amiga.

-¿Mañana trabajas?

-Si... de las ocho a las dos y media.

-Ufff... -La motrileña resopló nada conforme, que tenía unos días libres, y no iba a poder aprovechar las mañanas sin su hijo por casa, todo lo bien que le gustaría.

-No resoples, que ya buscaremos tú y yo un huequecito para que te oiga gemir hasta la vieja del primero.

-A ver bonita, que aquí la gritona eres tú.

-Y lo mucho que te encanta ¿que eh? -Le respondió Chiara con chulería y volviendo a besar sus labios sutilmente. -Y más si lo que grito es tu nombre entre gemidos.

-Me encanta, no te lo niego. -Violeta sonreía como una tonta y recibía gustosa los diversos besos de su amiga.

-Venga va, dúchate y arréglate, que en poco más de una hora tienes que ir a por Luca, no se te vaya a olvidar otra vez.

-Ay por dios... De verdad que fue un olvido tonto, en la vida me había pasado, y es más, fue culpa tuya.

-¿Culpa mía? Pero tendrás morro...

-Claro que culpa tuya, empezaste con el jueguecito de desnudarte y mira como acabamos.

-Como dices tú amor, dos no follan si una no quiere, y tú querías, y mucho.

Ella siempre me entiende [Kivi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora