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Domingo, 18 de Julio, 2027.

Es un jodido y desértico domingo.

Solo pretendo sobrevivir. Lamento haber fracasado, en serio lo siento; lamento estar volviendo mi mirada hacia mi viejo yo, abrir los brazos y recibirle como a un antiguo amigo, ese que te llevaste cuando te fuiste, aquel que jodidamente vivía y tú mataste de un balazo.

Me asesinaste, Sunghoon. Me jodido enterraste y tú te llevaste todo de mí, dejando solo esta lastimera versión rota.

¿Quién soy?

¿Quién he sido durante todo este tiempo?

Me veo en el espejo y observo, no me reconozco, hace tiempo que dejé de hacerlo. En retrospectiva, no soy yo mismo. No tengo idea de si alguna vez lo fui.

Carajo, todo es culpa tuya. No me cansaré de decirlo, no podría saber si me alcanzaría la vida para ello. Solo dejaste aquí retazos de una versión rota, jodida. Que no tiene idea de si quiere quedarse, incluso si tiene razones suficientes para.

No dejo de llorar. No puedo parar de maldecir.

Asocio los domingos a ti, a nosotros. Y es quizá uno de los días de las semanas más tortuosos.

Sal de mi maldita cabeza. Estoy agotado de los recuerdos. Cansado de ti, Sunghoon.

Liberame. Déjame ser libre y volar lejos de ti.

Incluso si una parte mía quiere que sonrías en mi dirección. Aunque sea por equivocación.

Solo evoco torpes imágenes. Aquellos besos nocturnos, la manera en que me acariciabas y encendías, esa forma en que solo mi corazón fue tuyo en ese entonces. Solo tuyo.

Te pertenecí. Incluso si nunca fuiste mío.

Mi cuerpo lo resiente y mucho. Noches sin dormir, esas donde matarme de hambre y contar mis costillas en un punto fue un arte. Me aterraba volverme loco, dado que te divisaba como algo vivido y lúcido, arriesgado y lleno de peligro en cuánto a mi mente hablábamos.

Rompiste la tela de mi cerebro en dos y no tengo idea de como juntar las piezas.

¿Piensas en mí?

Deja de esconderte. Ven, quiero gritarte que te detesto, que me rompiste.

Se supone que estaba recuperándome. Según mi madre, según mi terapeuta, según yo, estaba superando todo lo que... maldita sea. Es evidente que me equivoqué. ¿Es este el momento donde debo reír porque ya he intentado todo lo demás?

No lo sé. Mierda, claro que no putas sé nada. Si tuviera al menos una mínima noción créeme que lo haría. Pero la consigna es la siguiente: una mente llena de dolor no sabe razonar nunca.

No estoy seguro si sé o pueda remediar esta mierda por mi cuenta. Mis dedos se cansan de escribir, mis ojos de leer y el polvo se aloja en rincones de mi mente, resguardándose.

Incluso si llevaba una temporada de positivismo radical, en este momento me hallo deshecho en llanto.

El tiempo corre. Mi ánimo de porquería tambalea y me da miedo caer.

Ven a arreglar lo que hiciste. Hazte puto responsable.

Con amor, Kim Sunoo.

Drunk Dazed « Sunsun »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora