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Samara:

Isis suelta un gran suspiro, inflando sus mejillas. Observaba cada movimiento que ella realizaba, como si ya fuera una experta psicóloga; tratando de buscar una respuesta en cada acción que realizaba, buscando la verdad.

— A Harper o... El profesor Harper —Su boca tiembla, entrecortado sus palabras— Fue mi profesor de la universidad

— ¿Harper estuvo desde antes en la universidad en la estamos? —Pregunto con sorpresa. Sosteniendo con fuerza mi café

— No. Fue en en otra yo...

Jenna la interrumpe

— Nosotros o, más bien, nosotras —Ambas se miran con melancolía— Todavía no vivíamos aquí

— ¿No son de aquí ustedes?

— No. Nos mudamos hace unos dos años —esponde Isis— Esta casa fue de nuestros padres. Y digo "fue" porque yo se las compré. El trabajo en el que estoy ahora, me quedaba bastante retirado —le da un sorbo a su taza de café— Y ya que nuestros padres tenían abandonada está casa, preferí darle un eso yo

— Y aquí es donde entro yo —menciona Jenna. Señalándose con gran importancia— Pero, esa es otra historia. Esa te la contaré después. Volvamos al tema

— Si. Emm... Como había dicho. El profesor Harper fue mi profesor también. Solo un año y medio, ya que se retiró

— ¿Por qué? —pregunto. Recargandome más en la mesa

— No lo sé. Ningún alumno, ni ningún profesor lo supo. Incluso algunos lo hacían ya por muerto —una pequeña risa se escapa de su boca, pero al ver que no nos causo risa, se lame los labios y prosigue con la historia— Y sobre Grey, bueno...

Junta sus manos dando un aplauso, para luego pasarlas sobre su largo y negro cabello.

— El fue mi compañero de clase —escupo el café. Llegando a salpicar a Jenna

— Disculpa, disculpa. ¿C-Cómo? —mis ojos se abrieron. Está noticia me dejó impactada— ¿Entonces, eso quiere decir que, Grey y Harper de conocen?

— Si. Harper fue nuestro profesor

— Puta madre —recargo mi brazo en la mesa, llevando mi mano a mi frente. Recuerdos pasados pasan por mi cabeza— Ahora lo entiendo

— ¿Entender que cosa? —me pregunta Jenna

No es por justificar ahora a Harper, porque lo que hizo no fue correcto. Sin embargo, ya entiendo su razón por la cuál no quería que estuviera tan cerca de él, y, que me siguiera las veces que estaba con Grey. Él sabía quién era, sabe quién es.

Tengo demasiadas preguntas: ¿Grey inmediatamente supo que él era Grey, su ex alumno?, ¿será que Grey igual se acuerda de Harper?, ¿hubo alguna o hay rivalidad entre ambos?, ¿sucedió algo entre ellos que hizo que Harper se fuera de la anterior escuela en la que trabajaba?... Mierda. El dolor de cabeza quiere regresar, otra vez.

Mi mente vuelve a la realidad, dejando el trance en el que me metí con profundidad.

— ¿Sam? —la voz cálida de mi amiga hace eco en mis oídos

— No sé si estaré loca, pero no lo creó. Porque estoy segura ahora que se juntaron todas las piezas —doy un golpe en la mesa— ¡Si, todo tiene sentido!

— Sam. Tienes que decirnos, porque no te estamos entendiendo, y eso, te hace ver como una completa loca

Ya me estaba preparando para contarles la larga historia, junto con mis teorías, pero un ruido de una canción se hace presente. Las tres tratamos de percibir el ruido y de dónde proviene; recordando que viene de mi celular. Me levanto de la silla para tomar mi celular de la pequeña mesa de la sala. Noto el contacto.

Emma.

— Ey. ¿Cómo estás?

— Hola, linda. Digamos que estoy bien pero... —la interrumpo

— ¿Qué sucedió?. Dime —miro a las chicas. La misma cara que puse de preocupación, ellas también la expresaron pero más con confusión— Emma

— Harper está mal

— ¡¿Qué?! —contesto abatida— ¿Cómo que está mal?. ¿Qué pasó?, ¿en dónde están?

— Sam, Sam. Trata de calmarte, ¿de acuerdo? —su voz relajante hace que no me altere— Solo escúchame, ¿sí?

— Si

— Estoy en el edificio donde vive Harper. Él está conmigo, pero no en un buen estado —corro a la habitación de Jenna. Me cambio mis pantuflas por unos tenis y me llevo mi chamarra— Te contaré los que sucedió cuando llegues, pero por ahora necesito tu ayuda

— Voy para allá. No tardó

Bajo los escalones, Jenna e Isis se levantan abruptamente de sus asientos.

— Me tengo que ir chicas. Luego les contaré lo que se quedó pendiente —con la agitación apenas podía hablar— Y les debo una pijamada

— ¿A dónde vas?. ¿Qué pasó? —me pregunta Jenna agobiada

— Es Harper

— ¿Qué le pasó?

—No lo sé. Emma me llamo, tengo que ir al edificio donde vive Harper

— Espera...

— Yo te llevo —menciona Isis tomando las llaves de su auto

— Gracias

— Voy con ustedes —dice Jenna. Le sonrío y ella también— Vamos

Las tres entramos al auto. Quería irme en los asientos de atrás, pero Jenna me lo negó y me dijo que me fuera en frente junto con su hermana.

Sin hacer ningún reclamo, accedí. Emprendiendo el camino.








𝐄𝐋 𝐀𝐍𝐇𝐄𝐋𝐎 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora