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Samara:

Los padres de Harper me recibieron con amabilidad, me hizo sentir extraña, ya que para mí el recibir atención me es raro, pero a su vez reconfortante.

Harper no dejaba de soltar a su hermana, Rita. Desde que lo conozco, lo había visto sonreír, pero jamás tan alegre. Lo miraba y aún mantenía esa enorme sonrisa que se hacía cada vez más grande cuando hablaba con su hermana.

— Que descortés de nuestra parte —interrumpe su madre la agradable conversación que tenían Harper y su hermana. Poniendo los ojos en mí, mientras me tomaba la mano— ¿Cómo te llamas querida?

— Samara —sonrio agachando un poco la cabeza

— ¿Samara? —repite mi nombre el padre de Harper— Siento que ese nombre ya lo he escuchado de algún lado, o de alguien

Ambos entrecierran sus ojos, examinandome de arriba hacía abajo. Hasta que su madre se exalta, emocionandose en dar la respuesta.

— ¡Eres Samara! —la mire con confusión. No estaba comprendiendo— La chica de la que mi Harper nos ha estado hablando mucho

— ¡Es cierto, cariño! —habla el padre de Harper. Estaba perpleja, no sabía a quien mirar— Harper nos ha hablado mucho de tí

— ¿D-De mí?

— Sí. Hace tiempo que teníamos ganas de conocerte —me dice su madre. Mostrando ahora más interés en mí— De hecho le hemos estado insistiendo en que te trajera a la casa. Y al fin se hizo

— Hasta pensábamos que solo nos daba excusas

Miro a Harper, mirándome con vergüenza.

— No fueron excusas

— El me decía cada rato que me invitaba a su casa, pero me era imposible por mi trabajo

— ¿En qué trabajas? —pregunta Rita

— En una cafetería. Pero no me quejo, me la paso increíble trabajando ahí

— Es lindo y acogedor estar en un lugar donde te sientes bien y aceptado

Sus palabras fueron como si viera fuegos artificiales, pero en vez de verlos; los sentía dentro de mí. Debo suponer que ella ya experimento el rechazo en su trabajo, yo también lo tuve. Antes de trabajar en la cafetería, también tuve otro trabajo. No entraré en detalles, pero estuve en una situación que casi se volvía un problema, y lo peor es que no estaba enterada; lo supe tiempo después por un compañero.

— Mejor hay que continuar la conversación dentro. Así sirve que comemos también —comenta la madre de Harper

Todos entran uno por uno, Rita entra antes que yo y yo voy detrás de ella pero Harper me agarra del brazo.

— No debiste mentir por mí

— Lo sé, pero no tus padres se veían tan emocionados

— ¿Me creerás que sí pensé en traerte a conocer a mi padres, al resto de la familia, el lugar dónde crecí?

— ¿En serio?

— De hecho era una sorpresa. Te iba a traer el día después de que... Rompimos —lame sus labios— Sin saber que eso iba a suceder

— ¿Tus padres sabían de nuestra relación?

— Sí, pero no te habían conocido. Hasta hoy

— ¿Y saben que ya no estamos juntos? —siento un remordimiento que me hace querer irme de aquí

— No —asiento con la cabeza, apretando mi labio inferior— Samara tengo que...

Nos interrumpe un hombre casi de la misma edad que Harper. Dice su nombre con mucho entusiasmo, sonando como un fanático de algún deporte; echando porras. Se abalanza hacía él, evitando que Harper reaccione de manera rápida. Lo abraza del cuello, despeinandolo haciendo que Harper trate de quitarlselo de encima. Ahora la situación me parecía divertida y conmovida, parecían un par de adolescentes.

— ¡Ya te extrañaba demasiado hermanito! — lo abraza, levantandolo

— ¿Podrías soltarme?. Por favor

— Aay, siempre tan amargo, Harpi

¿Harpie?. Me va a dar un ataque de risa ahora.

El hombre ve mi presencia, abriendo sus ojos de lo sorprendido que estaba. Que más bien diría asustado, parecía más de susto que de sorpresa.

— ¿Elia? —pestañeo ante su respuesta

— Ella es Samara —menciona Harper— Samara, el es mi hermano mayor. Simon. Simon, ella es Samara

Simon aún seguía consternado, pero estando en ese estado no le impidió reaccionar rápido.

— Así que tú eres la famosa Samara, de la que tanto hablaba mi hermanito

— Al parecer sí —sonrio nerviosa

— Una disculpa, pero te me figuraste a una persona que conozco —me observa de arriba hacía abajo— Es más podría decir que te pareces a ella

¿Ella?...

— Sera mejor que ya entremos —interrumpe Harper con hostilidad. Mira a su hermano con amenaza, y él apenado entra a la casa

— Veré si necesitan ayuda en la cocina o en el comedor —Simon se retira con incomodidad

Estoy igual que Simon, incómoda ahora, pero no solo eso; igual estoy confundida y con curiosidad sobre la chica o mujer. Sobre Elia.

¿Quién será ella?.

— ¿Estás bien?

— Sí. Todo bien

— ¿Seguro? —lo tocó del hombro para que trate de calmarse— Ví que te molestó lo que dijo tu hermano. Si fue por eso, tranquilo, no estoy ofendida

— No tienes que hacer esto. Si no quieres estar aquí, lo comprendo

— Oye. No tienes porque preocuparte, se lo que es tener una familia energética —ambos reímos— Son agradables

— ¿Si?

— Sí. Tus padres son muy cariñosos y adorables, y tus hermanos en verdad te aprecian como no te imaginas —lo tomo de la cara— Tienes una encantadora familia que te ama

Estábamos mirandonos con cariño. Perdiendonos, pero tuve que interrumpir por qué ya nos esperaban dentro.

— Vamos





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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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