One shots|| Ellie Williams

⚡︎ 𝐏𝐚𝐩𝐚𝐫𝐚𝐳𝐳𝐢

"I'm your biggest fan, I'll follow you until you love me..."

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Hace tres meses, en tu último año de secundaria, una chica nueva llegó a tu clase. Su nombre era Ellie williams, tenía tu misma edad y se sentaban junto a la otra en clases.
Como primera impresión te pareció un poco tímida y muy reservada, pero con el tiempo se fue dando más y lograste formar una ¿amistad? Aún no estabas segura de cómo llamar lo que tenían.
Eran ciertamente cercanas, pero no lo suficientemente como para considerarla íntima. A pesar de que has sido muy amable con ella, siempre tiene cierto rechazo cuando intentas invitarla a lugares o sugerir alguna salida.

Para tu suerte (o no), esta vez estaba obligada a pasar tiempo fuera de la escuela contigo. Su profesor les había asignado un trabajo de biología en parejas, y claro que aprovecharías para fortalecer su supuesta amistad.

Debías ser honesta, Ellie te causaba mucha curiosidad y no sabías si lo que realmente buscabas era simplemente ser su amiga, pero debías darle una chance a una amistad antes de llegar a algo más, ¿verdad?

Aunque si las cosas se dieran... No. No pienses tonterías.

Algo que te llamó la atención y te causó curiosidad, fue que Ellie se negó rotundamente a hacer el proyecto en su casa. Dio miles de excusas, pero tuvo que ceder de todas formas cuando le dijiste que en tu casa estarían fumigando esa tarde, lo cual era una vil mentira. Solo querías conocer donde vivía, tal vez conocer a su padre y así acercarte familiarmente a ella. Era el plan perfecto hasta que te mencionó que su padre trabajaba hasta la noche. Será para otra vez.

Cuando llegaste, notaste que vivía en un lugar bastante acogedor y con muchas plantas en su jardín. Tal vez al señor Joel le gustaba la jardinería.
Tocaste el timbre y esperaste pacientemente a que Ellie abriera. Se escuchó cierto revoloteo desde adentro. Seguro que estaba ordenando de último minuto, clásico.

La puerta se abrió dejando ver a Ellie en su clásica sudadera y jeans.
—Pensé que llegarías más tarde—habló rápidamente. La notaste algo agitada.

—Dije a las tres y media,—miraste el reloj en tu muñeca—son las tres y media.

Se quedaron en silencio unos incómodos segundos hasta que ella se apartó para dejarte entrar.
—Quítate los zapatos, por favor—dijo a penas diste un paso adentro.
Sin molestia te quitaste tus botas y las dejaste a un lado, ella te pasó unas zapatillas de dormir que dijo que tenía de repuesto.

—Tu casa es muy bonita—hablaste mirando alrededor.
Todo estaba muy bien decorado, la pintura era prolija y los muebles combinaban con las paredes adornadas de cuadros y pinturas. Las plantas colgantes dándole un toque más cálido al ambiente.

—Gracias. A mi padre le gusta la decoración de interiores—comentó. Se le podía ver un poco incómoda, pero lo ignoraste sabiendo que probablemente ella no estaba acostumbrada a visitas en su hogar.

—En serio, no entiendo porqué no querías que viniera. Pensé que estabas avergonzada de tu casa o algo así—reíste un poco, pero cambiaste tu expresión de inmediato cuando viste a ella no le causó gracia.

—¿Podemos avanzar con el proyecto?—cambió el tema.

—Ah, sí. Traje un par de libros que nos podrían ayudar—señalaste el bolso que llevabas en tu hombro.

Sin más, se sentaron en el comedor y llenaron la mesa con libros, cuadernos y lápices. Aun no empezaban y tenían un desastre.

—Entonces debemos hacer un informe sobre la genética humana, nada del otro mundo—hablaste casi para ti misma, ya que Ellie se encontraba investigando en internet lo que podían escribir y usar como información.