Habías llegado hace ocho meses a una nueva escuela por un traslado de tu madre en su trabajo. Pensaste que por fin podrías hacer amigos y tener a gente con la cual llevarte bien, hacer proyectos en grupo y salir a hacer cosas divertidas como ir al cine, el mall o simplemente pasar tiempo en casa todos juntos. Lamentablemente, no había sido así para ti.
Claro que compartías con tus compañeros y siempre tenías con quien pasar el rato en los recreos, pero nadie tenía suficiente interés en invitarte a lugares o estar contigo fuera de la escuela. Creías que todo se debía a una sola chica. Ellie Williams.
Antes de que llegaras Ellie tenía su historia, se decía que era algo mala para las clases y siempre terminaba intimidando a alguien para que le hiciera la tarea, pero nada más allá de eso. En cambio, cuando tú llegaste, su método y atención se voltearon hacia ti. Solía humillarte de distintas maneras, en clases, en los recreos y si no fuera por que tenía cierta decencia te humillaría hasta en la calle.
No te importaba mucho la verdad, nunca hizo nada tan grave como para querer arrancarle el cabello a jalones. Siempre hacía cosas como molestarte cuando tartamudeabas al responder una pregunta del profesor, te ponía el pie en los pasillos, te cerraba el casillero cada que lo abrías, te empujaba cuando pasaba a tu lado, cosas así. Lo peor era que siempre, luego de cada acción, te guiñaba un ojo, te tiraba un beso o simplemente te sonreía con su cara de idiota. Ah y también te tenía apodos ridículos como "princesa", "linda" o "cariño". Como sea, no le prestabas mucha atención ya que por lo menos no hacía tu vida tan difícil. Solo creías que los demás no querían pasar tiempo contigo porque Ellie hablaba mal de ti, pero nunca tuviste pruebas de que así fuera, por lo que terminabas por asegurarte de que tú eras el problema.
Hoy, no era un día diferente a los otros a excepción de un solo detallito.
—Buenos días, princesa—como todos los días, esa voz irritante.
—Ellie.
—Woah, no tenemos mucho ánimo hoy por lo que veo—rodeó tu espalda con su brazo.
—Te he dicho que no hagas eso,-quitaste su brazo de un empujón—y deja de llamarme princesa, ¿quieres?—hablaste molesta.
—Claro, princesa.
Ja ja, que graciosa.
—¿Me vas a decir qué quieres o solo me seguirás por todo el pasillo?—preguntaste doblando hacia el pasillo de tu casillero.
—Solo quería encaminarte, no quiero que te pierdas—puso una sonrisa en su cara.
—Creo que llevo suficiente tiempo en esta escuela como para saber donde queda mi propio casillero.
—¿Entonces por qué estás intentando abrir ese?—señaló el locker al cual le intentabas poner la clave, fallando.
Suspiraste y cambiaste al locker siguiente, ese sí era el tuyo. Pusiste tu pin y te detuviste antes de abrirlo a mirar a Ellie quien se veía muy expectante para tu gusto.
—Llego a encontrar una tarántula o serpiente en este casillero y yo misma me encargo de barrer el piso con tu tonto cabello—advertiste apuntándola con un dedo.
Ella levantó las manos en señal de inocencia y te sonrió.
Algún día te borraré esa sonrisa estúpida que tienes.
No tenías idea de qué había pasado hasta que escuchaste las risas a tu alrededor. Tenías la cara cubierta de alguna especie de crema que había impactado contigo al abrir la puerta del locker.
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One shots|| Ellie Williams
AcakOne shots de Ellie (tlou) x lectora. La mayoría basados en canciones.