Space - Ranma 1/2

II - ¡Qué problema!

Debía apurarme, pero aunque me haya levantado temprano no podía entender el tema más reciente de matemáticas: los radianes. Suspiro y rendida guardo mi cuaderno en mi mochila, empiezo a cambiarme y cuando acabo miro mi piano de escritorio, me sentía tentada a tocarlo unos minutos antes desayunar.

Eso hago, levanto la tapa frontal del teclado y realizo unos calentamientos con ambas manos antes de tocar cualquier pieza, luego de obtener inspiración, me concentro a tocar la primera parte de una pieza musical romántica, sin embargo, los ruidos y los gritos de pelea me hacen tocar un Mi bemol y Si bemol, notas que no iban en la pieza.

Me levanto algo molesta y me asomo por mi ventana mirando en el patio de la casa al señor Genma y a Ranma entrenar tan temprano.

Suspiro y acomodo bien la cortina de mi cuarto, me dispongo a bajar de una vez a desayunar, pues la inspiración se me fue como agua entre los dedos. Llego al comedor, viendo ahí a mi padre sentado leyendo el periódico como cada mañana, a Nabiki con sueño, pero cepillando sus dientes, Akane seguramente habría salido a trotar como todas las mañanas y Kasumi estaba finalizando de hacer el desayuno.

—Con esos dos dudo poder tocar a gusto— musito de brazos cruzados, mirando al padre e hijo Saotome entrenar cerca de nuestro estanque.

—¿Tan temprano y ya están peleando?— Nabiki pregunta y nuestro padre asiente.

—¡Tío Genma, Ranma, vengan, el desayuno ya está listo!— Kasumi anuncia entrando al comedor con una canasta café oscuro y en eso Akane también entra al comedor.

Vuelvo a mirar a los Saotome, tan concentrados en su entrenamiento, con un uniforme cómodo blanco de entrenamiento y con un cinturón negro. Admiro la forma de pelear de ambos, me asombraba ver las técnicas y lo enserio que iban al golpearse.

—Parece que se golpean enserio— Akane observa.

—Sí— le doy la razón y decido sentarme a un lado de Nabiki para desayunar.

—¡Qué energía!— dice Kasumi con calma.

Busco mi revista de Idols coreanos, ya era costumbre leerla antes de desayunar y haciendo eso me olvido de mi entorno, pero los gritos de esos hombres me ponían algo de mal humor. Pude escuchar el sonido del agua, uno de los dos había caído en el estanque.

—Creo que  tío Genma ganó.

Cuando Kasumi dice eso, me giro un poco en mi lugar para corroborarlo.

El señor Genma aterriza en la orilla del estanque y sonríe con orgullo de su victoria.

—¡Ja! Creo que aún te falta mucho por aprender— se ríe, burlándose de Ranma, pero sus burlas acaban cuando Ranma le avienta agua fría y una gran bandeja gris.

—¿Y bien, dime qué es lo que me falta, papá?— con los ojos cerrados y el ceño fruncido Ranma cuestiona convertido en mujer.

Me cubro la boca cuando veo al señor Genma en su forma panda regresarle el golpe con la bandeja gris a Ranma, contengo mi risa, me parecía muy curiosito su relación de padre e hijo. Akane parecía sorprendida por la forma de llevarse de ellos, me quito la mano de mi boca y desvío mi mirada a mi revista de Idols, poniéndome seria, pero recordar el golpe me hacía querer burlarme.

—Qué escandalosos son— Nabiki expresa con flojera.

—Bueno, ya tengo listo la comida para tío Genma porque se convirtió en panda— dice Kasumi y procede poner un gran plato con pedazos de bambú en la mesa.

—¡Ay, hermana, tus ocurrencias!— me sorprendo por su ingenio.

Papá, Nabiki y Akane también se sorprenden y la miran sin creerlo del todo.