𝘾𝘼𝙋𝙄𝙏𝙐𝙇𝙊 12

77 11 11
                                    

Querido Cupido

"Sanando un corazón afligido"



[...]



Coincidencias

En lo único que pensaba era en mi bebida favorita, pero no tuve en cuenta la interminable fila que me esperaría para comprarla. Y no solo eso, para colmo tenía a un Cupido gratis señalándome a los chicos lindos de adelante para indagar si me llamaba la atención alguno.

"Oye... ¿te estás tomando muy en serio lo de conseguirme pareja, no?", pregunté con ironía y cansancio. Él volteó a verme y su característica sonrisa apareció en su rostro. "Claro, soy muy eficiente, ¿verdad?", comentó con satisfacción, sus ojos brillaban con orgullo.

La luz tenue del lugar era perfecta, el sonido no ayudaba mucho y la brisa era reconfrontante...

Eso hizo que una idea viniera a mi mente, "¿Y qué harás si no me gusta ninguno?", pregunté con un tono retador, ladeando mi cabeza mientras avanzaba lentamente un turno en la fila. Sin embargo, esa pregunta quedo suspendida durante varios segundos.

Él se puso la mano en el mentón, pensando con detenimiento. "No seas pesimista... ", murmuró finalmente, pero su tono de voz estaba cargado de seguridad. "... Yo me encargaré de que eso no suceda. Confía en mí", me aseguró, levantando sus dos pulgares con una confianza contagiosa.



Me preguntaba qué cosas tendría en mente ese Cupido.


"Lo que tú digas...", murmuré para que los demás no me escucharan, mientras observaba a No. 10 absorto en el entorno con atención; parecía que estuviera buscando algo entre el público. Inesperadamente, sentí un susurro cerca de mi oído que interrumpió mis pensamientos. 

"Está viendo los porcentajes de amor de las personas, no le gusta ver muchos números... por eso esta así", explicó una voz baja y divertida. 

Me sobresalté por el comentario repentino, giré bruscamente mi cabeza para dedicarle una mirada disgustada. "Pero no me susurres en el oído, ¡es tétrico!", murmuré con irritación, sintiendo un escalofrío recorrer mi espalda. Él solo carcajeaba, mientras apoyaba su codo en mi hombro. 

"Miedosa", me acusó con descaro y yo solo lo ignoré.

Honestamente, yo no estaba acostumbrada a interactuar de esa forma con casi nadie, ahora mismo... los pequeños eran mi vida social. Sin embargo, me quedé pensando en lo gracioso que era No. 10 esforzándose mientras leía numeros... de seguro hubiera reprobado matemáticas.

Tal como estaba ansiando, mi turno llegó y compré mi jugo junto con unas donas que se me antojaron por su diseño; casi siempre terminaba comprando algo que no esperaba. Pagué emocionada por probarlas, imaginando la textura esponjosa de las donas y el sabor del refresco.


Sin embargo, el destino tenía otros planes...


Cuando iba a seguir mi camino, casi choco con alguien que también había comprado en ese kiosko. En el impacto, su bebida se derramó al suelo, creando un completo desastre. Me sentí avergonzada y mi corazón comenzó a latir más rápido. "Lo siento, no me...", mencioné, pero las palabras se quedaron atrapadas en mi garganta.

Ese cabello de tono cobrizo que combinaba perfectamente con su rostro... Yo lo conocía. Mis pensamientos se arremolinaron mientras recordaba de dónde.

𝙌𝙪𝙚𝙧𝙞𝙙𝙤 𝘾𝙪𝙥𝙞𝙙𝙤 - Soshiro Hoshina [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora