Podría decir que esto es algo canónico de la historia (No tanto)... Pero pueden tomarlo como un apartado extra, cortito.(-w-)
La aventuras de un guardia nocturno.
Se me ha encargado una misión y es proteger a la humana de los tontos enmascarados que intentaron intimidarla. Hoshina me sacó del ala, obligándome a realizar las rondas solo. Así que esta vez, en medio de la noche, yo debía desvelarme.
La misión guardia nocturna acababa de comenzar. Me senté en el pote de basura de la entrada de la humana, observando diferentes personas que caminaban a altas horas de la noche. Todo era muy aburrido y por costumbre ya quería dormir, sin embargo, no me permitiría tales descuidos.
Un señor se acercó a la casa y estuve a punto de avisarle a Hoshina, pero él solo se había equivocado de dirección. Comencé a rodear el lugar, entre a la terraza y, cuando ya era medianoche, el sonido de los arbustos comenzó a estremecerme.
——Objetivo a la vista—— murmuré y apreté mis puños listos para pelear. Pero en cuanto menos lo esperé, saltó una sombra del arbusto. Un felino salió, estaba persiguiendo un roedor grande. Comenzaron a pelear y me arrastraron a mí entre sus garras. ——¡Ayuda, por favor!—— Seguimos dando vueltas hasta que fui jalado del ala.
——No. 10, ¿por qué carajos nunca usas tus alas para salir de estas?—— me cuestionó mi compañero. Solté un puchero mientras el roedor y el felino seguían su persecución hasta las otras casas; eran muy escandalosos.
——Esas cosas son muy agresivas—— comenté, tratando de ocultar mi frustración.
——Por favor, ¿no puedes hacer nada bien?—— replicó él, su tono sonaba exasperado.
——Humano, no me trates mal—— murmuré, sintiendo un leve temblor en mi voz; no me gustaba cuando me decia esas cosas.
——Está bien, lo siento.
Miré mi falda, arañada y desgarrada. Él seguía con el ceño fruncido, pero no pude evitar notar algo peculiar en su brazo, una pequeña telita rosa. ——¿Qué es eso?—— señalé su brazo. Él se tensó y cubrió rápidamente el pedacito de tela.
——Nada que te importe.
——Déjame ver—— insistí, tratando de alcanzar su brazo.
——No—— Comenzamos a forcejear, su resistencia solo alimentaba mi curiosidad. ——Ay, ya basta No. 10—— finalmente cedió, su voz estaba llena de irritación.
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𝙌𝙪𝙚𝙧𝙞𝙙𝙤 𝘾𝙪𝙥𝙞𝙙𝙤 - Soshiro Hoshina [En Edición]
Hayran Kurgu𝘈 𝘷𝘦𝘤𝘦𝘴, 𝘭𝘢𝘴 𝘱𝘦𝘴𝘢𝘥𝘪𝘭𝘭𝘢𝘴 𝘴𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘷𝘪𝘦𝘳𝘵𝘦𝘯 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘶𝘦𝘭𝘰 𝘺 𝘦𝘭 ú𝘯𝘪𝘤𝘰 𝘳𝘦𝘧𝘶𝘨𝘪𝘰. 𝘌𝘴𝘵𝘰 𝘦𝘴 𝘢𝘴í 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘤𝘪𝘥𝘦𝘻 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘢𝘤𝘢𝘣𝘢𝘳 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘰𝘤𝘰𝘴 𝘪𝘯𝘥...