La Encarnación del Abismo

Capitulo 10 - El Final

El cielo esta teñido de un rojo profundo, como si el mismo horizonte estuviera sangrando. Nyxen, el lobo albino, se encontraba en el centro de un vasto paisaje surrealista, una mezcla de sombras y luces que se retorcían y cambiaban de forma a su alrededor. Nyxen sabía que algo no andaba bien en este lugar, pues su Padre ni Nightmare estaban ahí.

Deimos se hace presente, la deidad abisal suprema capaz de alterar la realidad.

Cada paso que daba resonaba con un eco ominoso, como si el mismo suelo estuviera vivo.

De repente, una figura imponente emergió de las sombras. Deimos, una silueta que combinaba la oscuridad y la luz, se materializó frente a él. Sus ojos brillaban con una intensidad que parecía perforar el alma de Nyxen. La batalla por la supervivencia del abismo estaba a punto de dar su comienzo, Nyxen, el príncipe de abismo y Deimos, el creador del abismo, frente a frente, Si Nyxen gana, Deimos será sellado por toda la eternidad, si Deimos gana, no habrá ninguna brecha que podrá detenerlo, Nightmare y Mystery sacaron a Deimos de su caparazón, ahora es turno de Nyxen de darle fin.

La batalla final comienza.

Nyxen no perdió tiempo. Con un rugido feroz, se abalanzo en contra de Deimos, sus garras extendidas y sus colmillos brillando bajo la luz cambiante. Deimos levantó una mano y con un simple gesto, el espacio a su alrededor se distorsionó. Nyxen sintió como si el aire mismo se volviera denso y pegajoso, dificultando su avance y volviéndolo más lento al instante, como si una barrera lo aprisiona.

—¿Crees que puedes desafiarme?, puedo controlarlo todo hasta dentro de tu mente tu territorio— La voz de Deimos resonó en la cabeza de Nyxen de manera profunda y autoritaria.

Nyxen respondió con fuerte quejido pero ruge al momento soltando toda su ira y usando toda su fuerza para romper la barrera invisible que lo retenía. Con un esfuerzo simplemente abismal, así logró atravesarla y lanzó un golpe directo al rostro de Deimos con una fuerza atómica de parte de su energía abisal contenida en su cuerpo. La silueta de la deidad se desvaneció momentáneamente, solo para reaparecer detrás de Nyxen.

Deimos comenzó a crear ilusiones a su alrededor. Nyxen se encontró rodeado de versiones de sí mismo, cada una con una expresión de dolor y sufrimiento. Las ilusiones hablaban, sus voces llenas de desesperación.

—¿Por qué peleas? No puedes ganar. Solo encontrarás dolor y pérdida luchando contra mi—

Nyxen cerró los ojos, concentrándose en su respiración. Sabía que estas ilusiones eran solo trucos mentales. Con un grito ensordecedor, liberó una onda de energía abisal que desintegró las ilusiones a su alrededor. Abrió los ojos y vio a Deimos observándolo con una mezcla de curiosidad y desprecio.

—¡Callate maldito infeliz! — Grita Nyxen lleno de odio al saber que fue invadido por el poder de Deimos.

Deimos levantó ambas manos y el paisaje cambió de nuevo. El cielo se oscureció completamente, y la única fuente de luz provenía de la propia silueta de Deimos. Nyxen sintió una presión abrumadora, como si la oscuridad intentara aplastarlo.

—Soy el amo de la luz y la oscuridad de este abismo, No puedes escapar de mi poder, solo es tiempo para que te vuelvas loco y mueras— diría Deimos de forma arrogante.

Nyxen no se dejó intimidar por las palabras del dios, así Canalizó la energía de la abisal alrededor de su cuerpo, haciendo que su pelaje albino brillara con una luz plateada. Abriendo su boca invoca un orbe de energía abisal color plateado asi disparando un rayo de ese mismo color directamente hacia Deimos. La deidad levantó su mano para bloquear dicho ataque sin ninguna complejidad, pero la fuerza del ataque hizo que retrocediera unos pasos.