La noche anterior había sido increíble para algunos, pero para otros, como Suran, fue un infierno. En la fiesta de la noche anterior, Suran había conocido a la persona que probablemente le quitaría lo que más amaba: Yoongi. El nombre de aquel omega resonaba en su mente: Jimin. Un omega muy bonito, pero, desde su perspectiva, lleno de carencias. Estas carencias lo hacían inferior a ella en todos los sentidos.
Suran, alta, inteligente y educada en las escuelas más prestigiosas del país, sentía que su estatus la ponía muy por encima de Jimin. Ella conducía un Porsche de último modelo; Jimin, en cambio, montaba una simple bicicleta. La diferencia de estatus entre ellos era evidente. Además, siendo una "nepo baby", Suran siempre había creído que todo en la vida le pertenecía, incluido Yoongi. Estaba decidida a no perder. Así que, desde esa noche, empezó a crear un plan meticuloso para destruir a Jimin.Primer paso: Ser amiga de Jimin.
A la mañana siguiente, Suran vio cómo Jimin bajaba las escaleras junto con Yoongi. Los dos conversaban sobre la organización de algunos archivos, y Suran supo que esa era su oportunidad.
—¡Hola, Yoongi! Buenos días —dijo Suran, con una sonrisa falsa.Yoongi la miró con indiferencia.
—Buen día, Suran. ¿Qué necesitas?
Suran fingió sorpresa ante el tono despectivo, pero continuó con su plan.—Bueno, ya ves que tu madre es muy generosa. Era muy tarde para que mi familia y yo nos fuéramos a casa, así que nos dio posada. Pero eso no es lo importante —dijo mientras fingía una risa suave—. ¿Quién es este jovencito tan encantador?
Yoongi suspiró con desgano.—Este es Jimin, mi asistente —respondió sin añadir más.
Jimin hizo una ligera reverencia y sonrió tímidamente. —Un placer conocerla, Lady Suran —dijo con suavidad.
—Oh, por favor, llámame solo Suran. Vamos a ser grandes amigos —contestó ella con una sonrisa resplandeciente, aunque en su interior ya estaba pensando en el siguiente paso de su plan.
Yoongi interrumpió la conversación bruscamente.—Tenemos mucho que hacer —dijo, haciendo un gesto a Jimin para que lo siguiera. Jimin hizo una segunda reverencia y se despidió de Suran. Esta los vio alejarse con una sonrisa que no llegó a sus ojos. Había sembrado la primera semilla.
Segundo paso: Identificar los puntos débiles de Jimin.
Con el paso de los días, Suran comenzó a pasar más tiempo con Jimin. Fingía interés en su vida, haciéndolo sentir cómodo mientras lo observaba en silencio. No tardó en identificar sus debilidades: Jimin era increíblemente tímido y evitaba confrontaciones, incluso cuando las cosas no eran su culpa.
Además, siempre se echaba la culpa cuando Yoongi hacía algo mal o cometía algún error.Suran lo utilizaba. Creaba situaciones incómodas en las que Yoongi regañaba a Jimin por cosas insignificantes, y Jimin simplemente aceptaba el castigo, sin defenderse. Cada día que pasaba, Suran veía cómo podía manipular esa vulnerabilidad.
Tercer paso: Hacer que Yoongi se ponga de su lado.
Suran sabía que para destruir a Jimin, necesitaba que Yoongi dudara de él. Aprovechó pequeños momentos, insinuaciones sutiles, comentarios sobre lo "cerca" que estaban Jimin y Yoongi. Cada palabra estaba diseñada para sembrar inseguridades en la mente de Yoongi, haciéndolo dudar de su asistente, aunque no lo expresara abiertamente. Sabía que, eventualmente, la semilla de duda daría frutos.
Cuarto paso: Destruir a Jimin.
El plan de Suran había sido orquestado cuidadosamente, y hoy sería el día en que todo caería. Aprovechando la relación de "amistad" que había construido con Jimin, lo invitó a su habitación para enseñarle algunas de sus preciadas joyas. Era la oportunidad perfecta para ejecutar el golpe final.
—¡Mira estas! —dijo Suran, con una falsa dulzura mientras abría su caja de joyas y le mostraba un collar de diamantes que brillaba bajo la luz del mediodía—. Son de la colección más exclusiva de Cartier. A Yoongi siempre le han fascinado estas piezas.
Jimin, siempre humilde, observaba con una mezcla de admiración y nerviosismo. Nunca se había sentido cómodo alrededor de lujos tan exorbitantes. Evitaba tocar cualquier cosa, temiendo que un simple roce pudiera dañarlas.
Sin embargo, Suran no dejaba de hablar, asegurándose de que cada palabra subiera lentamente la tensión en el ambiente.
—Es impresionante, Lady Suran. Nunca había visto algo tan hermoso... —murmuró Jimin, con una sonrisa tímida.
—Oh, por favor, ya somos amigos. Llámame Suran —dijo ella con una risita, mientras cuidadosamente "dejaba caer" uno de sus costosos anillos en el bolso de Jimin sin que él lo notara—.
No tienes por qué sentirte intimidado. Tú también formas parte de la familia Min, ¿no es así?
Jimin sonrió débilmente, sin estar del todo convencido.—Lo siento, pero no soy más que un asistente. Solo estoy aquí para ayudar a Yoongi.
Suran estrechó los ojos con una sonrisa que no llegó a sus ojos. Sabía que Jimin se sentía fuera de lugar, y usaba eso en su contra. Esa sensación de inferioridad era precisamente lo que lo destruiría.
A la mañana siguiente, el caos estalló en la mansión.
—¡Mis joyas! —gritó Suran, su voz resonando por los pasillos como una tormenta—. ¡Han desaparecido mis joyas!
La duquesa Min salió de su oficina preocupada, y otros sirvientes se reunieron en el salón principal. Los ojos de Suran estaban llenos de lágrimas fingidas, aferrándose a su caja de joyas vacía.
—¡Alguien ha entrado en mi habitación y me ha robado! —exclamó dramáticamente.
Yoongi, molesto por la interrupción, salió con una expresión de desdén.
—¿Qué sucede ahora? —dijo cruzándose de brazos, irritado.Suran corrió hacia él, fingiendo desesperación.
—¡Yoongi, tienes que ayudarme! —gritó—. Anoche alguien entró en mi habitación y robó una de mis joyas más preciadas, un anillo de diamantes que mi familia me dio. ¡Es lo más valioso que tengo!
Yoongi suspiró, molesto.—¿Estás segura de que simplemente no lo perdiste, Suran?
—¡No lo perdí! —respondió ella, bajando la voz con un susurro
—. Creo que... fue Jimin.
Yoongi parpadeó, incrédulo.—¿Jimin?
—Lo sé... es difícil de creer. Pero anoche me mostró interés en mis joyas, y esta mañana vi que mi anillo desapareció.
Yoongi, aunque incómodo, sentía que la duda ya había sido sembrada. De pronto, Jisoo irrumpió en el salón.
—¡Señor Yoongi! Encontré esto en su oficina —dijo sacando el anillo de su bolsillo—. ¡Estaba entre sus papeles!
El salón quedó en silencio. Suran ahogó un grito, fingiendo sorpresa.
—Jimin probablemente intentó ocultarlo allí —susurró Suran. Jimin, que había estado observando, sintió que el mundo se desmoronaba. Su rostro palideció y sus manos comenzaron a temblar.
—Yo... yo no... —murmuró, susurrando apenas.
Yoongi lo miró con frialdad.—Jimin... ¿es esto cierto?
—¡No! —gritó Jimin—. ¡Yo nunca haría algo así!
El ambiente se tensó. Todos lo miraban con sospecha. La frialdad en los ojos de Yoongi era peor que cualquier acusación.
—No puedo lidiar con esto ahora —dijo Yoongi, dándole la espalda—. Vete.
Jimin sintió cómo su corazón se rompía. Con lágrimas en los ojos, salió corriendo de la mansión. Afuera, la lluvia caía, pero no se detuvo.
Suran, desde la ventana, observaba su victoria con una sonrisa.
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Holi pipol! Como andan? Primero que nada, perdon por desaparecerme de un momento a otro, pero enserio que la universidad y mis cursos extracurriculares me han agotado, asi que les traigo un mini maraton de 3 partes! Espero les guste y que me dejen sus comentarios!
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¡POR MI TRAGAS!
FanficJimin, un omega de 15 años, llega a trabajar como sirviente personal del vizconde Yoongi, un alfa de 17 años, en la mansión Min. Yoongi lo trata mal, dándole órdenes imposibles y saturándolo de trabajo. Al borde del colapso, Jimin es acusado falsame...