Aventura || Countryhumans || ChilexPerú

Tiempo

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—Yo...yo...estaba pensando en un plan..—Dijo Perú quien estaba apartandose un poco de los brazos de Chile.

Ella se secó sus lágrimas lentamente, mientras el chileno la veia mucho mas preocupado y estresado de lo que ya estaba.

Digamos a que a este no le estaba yendo muy bien, tenia cientos de reuniones en la semana y apenas podía descansar unos pocos días.

Además que lo peor para él era cancelar las reuniones por su nueva pareja, pero siempre tuvo ese pensamiento de que queria ser alguien mejor y tener una nueva versión de si mismo.

Chile se apartó de Perú, nervioso y preocupado.

—Un plan... ¿de qué se trata? —preguntó, intentando controlar su respiración.

Perú, aún con los ojos enrojecidos de las lágrimas, se alejó un poco más, secándose la cara. A pesar de su vulnerabilidad, había recuperado la compostura y su tono se tornó serio.

—Es para que no afecte a nuestras parejas actuales —dijo con firmeza.

Chile sintió un nudo en el estómago.

La única posibilidad que se le cruzaba por la mente era... esa opción.

Miró a Perú con una mezcla de miedo y comprensión, sabía que ambos no estaban listos para ser padres, que no tenían ni la estabilidad ni el ejemplo de alguien cercano que hubiera pasado por lo mismo.

Criar un hijo era un reto monumental, y la presión de ser los primeros countryhumans "actuales" en hacerlo lo abrumaba.

Chile suspiró profundamente, tratando de ordenar sus pensamientos. Finalmente, decidió hablar:

—Ok, Perú... si esa es tu decisión, tendremos que...

—¿De qué hablas? —interrumpió Perú, frunciendo el ceño.

Chile tragó saliva, cada palabra salía con dificultad.

— Quieres que el bebé no nazca... está bien... creo que es tu decisión y...

Perú lo miró, atónita, sus ojos se llenaron de incredulidad antes de que hablara, esta vez con un tono de clara frustración.

—¿Qué? ¿¡No! ¿De qué estás hablando?!

Chile quedó en silencio, confundido.

—Pero pensé que estabas sugiriendo...

— ¡Agh, Chile! —exclamó ella, llevándose una mano a la frente para intentar calmarse—. ¿En serio creías que yo iba a sugerir ESO? Sabes que está prohibido a menos que mi vida esté en peligro.

Chile levantó las manos en señal de disculpa.

—¡Lo siento! Es que... por un momento pensé que era lo que querías decir...

— ¿Y estabas dispuesto a apoyarme?

— ¿Qué? ¡No! ¡Jamás lo haría! —respondió rápidamente, agitado—. ¡Olvida que lo mencioné! Dime, ¿cuál es tu plan?

Perú lo miró, aún intentando digerir lo que acababa de suceder.

— Mi plan es simple, quiero tener a nuestro hijo, pero no quiero casarme contigo, Chile. Eres el padre, sí, pero tomamos caminos diferentes hace mucho, vamos a coordinar con un abogado para ver cómo dividimos el tiempo con nuestro hijo, pero definitivamente, no podemos estar juntos como pareja.