Capítulo 1:La máquina de refrescos

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Lauren Mcklein


Enero 24 de 2023

El primer día en una nueva escuela siempre es una mezcla de emoción y nervios. Cuando salí de casa esta mañana, me sentía como si estuviera a punto de emprender una gran aventura. El aire fresco y la luz del sol me daban la bienvenida, como si el día me prometiera algo especial.

El campus de la escuela secundaria de Springville estaba lleno de actividad. Los estudiantes se movían por los pasillos como un enjambre de abejas, y el ruido de sus conversaciones se mezclaba en un bullicio general. Era como una orquesta desorganizada, con cada estudiante tocando su propia nota. Me sentí un poco abrumada, pero mi entusiasmo no me dejó decaer. Hoy era el primer día, y estaba decidida a aprovecharlo al máximo.

Me vestí con una mezcla de cuidado y entusiasmo. Elegí un conjunto que me hiciera sentir cómoda y a la vez me diera confianza. Me miré en el espejo, sonreí y me dije a mí misma:

-Pues...no me veo tan mal-Sonreí y salí de mi habitación.

Me despedí de mi papá quien me deseaba mucha suerte con un abrazo.Acto seguido me despedí de mi madre.

-más te vale no hacer ninguna estupidez en tu primer día-dijo sin apartar la mirada de su teléfono.

Tomé una bocanada de aire y le respondí:

-si mamá,lo sé,no quiero repetir año por tercera vez-agarré mi mochila y salí rápidamente hacia mi nueva experiencia.

El campus de la escuela secundaria de Springville era todo lo que había imaginado: vibrante y lleno de vida. Los estudiantes se movían en grupos, charlando animadamente y buscando sus aulas. Los pasillos estaban decorados con posters de eventos escolares y anuncios de clubes. El bullicio me hizo sentir como si estuviera en el centro de una película juvenil, con el escenario perfecto para nuevas cosas que estaban por venir.

Todo era tan nuevo,tantas caras por conocer,las paredes de la secundaria que parecían laberintos por lo grandes y confusos que llegaban a ser.En cierto punto mi ansiedad comenzó a ganarme y pude sentir como mi respiración se agitaba de los nervios por tantas cosas tan nuevas de forma tan repentina,para mí suerte entre todo lo desconocido encontré a un rostro familiar y agradable.

Era Suzie Cooper,mi amiga de la infancia,la reconocí rápidamente,su baja estatura,su cabello largo con mechones de un color cobrizo,su complexión algo ancha y sus dos característicos colmillos que resaltaban tanto de ella.

-¡Suzie! -exclamé mientras me acercaba-. ¡Qué bien verte aquí!

Suzie levantó la vista y me recibió con una sonrisa cálida. Cerró su libro y lo dejó a un lado antes de saludarme.

-¡Lauren!-me envolvió en sus brazos -Me alegra verte ¿Que tal la mudanza?¿Ya pudiste incorporarte a la ciudad?.

-Si-asentí-de verdad no sabes lo feliz que me puse cuando me enteré que nos mudariamos a la misma ciudad donde estabas tu.

-Lo sé,se notó en el abrazo que me diste el sábado que llegaste-Suzie soltó una risilla-me alegra que podamos recuperar el tiempo que perdimos cuando me mudé acá hace unos años.

-a mi también linda-Salté de la emoción.

-Bueno cuentame que tal está tu primer día.

-Genial, pero un poco abrumador -respondí-. Hay tanta gente nueva y tantas cosas que hacer en un primer día,siento que me va a dar algo.

Suzie se rió, y su risa me hizo sentir aún más cómoda. Me invitó a sentarme a su lado, y mientras comenzábamos a hablar, me di cuenta de que el grupo a nuestro alrededor parecía estar lleno de caras curiosas,en cierto momento noté como un chico pasó corriendo al lado nuestro muy apresurado.

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