Capitulo 5:Fiesta y desahogo

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Lauren Mcklein.

El fin de los exámenes se sentía como un peso enorme levantado de mis hombros. Después de semanas de estudiar hasta el cansancio, por fin podía respirar. Estaba agotada, pero había algo emocionante en la idea de tener unos días libres sin la sombra de reprobar por tercera vez sobre mí. Mi cerebro aún estaba en modo académico, pero sabía que lo necesitaba: una pausa, un respiro.

Suzie, por supuesto, tenía sus propios planes para celebrar. En cuanto terminó su último examen, ya estaba organizando una fiesta en su casa. Yo no estaba segura de si quería ir; me sentía más tentada por la idea de quedarme en casa y dormir todo el fin de semana. Pero Suzie, como siempre, no me dio opción.

-Lauren, es el fin de los exámenes. ¡Tienes que venir! -me dijo mientras salíamos del colegio-. Nada de excusas esta vez.

Le di una sonrisa cansada y asentí. Su entusiasmo siempre terminaba arrastrándome a cosas que no planeaba hacer, y esta no sería la excepción.

[...]

La casa de Suzie estaba ya llena cuando llegué. Música a todo volumen, luces de colores parpadeando, y un grupo de personas moviéndose entre la sala y el jardín. Era un caos, pero del tipo divertido. Suzie me vio al instante y me arrastró hacia el centro de la fiesta, riendo como si este fuera el evento del año.

-¡Sabía que vendrías! -gritó sobre la música-. Esta noche, nada de preocupaciones, ¿vale?

Asentí, aunque en el fondo me sentía un poco fuera de lugar. No era de las que disfrutaban mucho de este tipo de eventos, pero la vibra de Suzie siempre era contagiosa. Me mezclé con la gente, hablé con algunas caras conocidas y me permití relajarme, aunque sea un poco.

Todo iba bien, hasta que lo vi.

Fred.

Estaba de pie, apoyado contra una pared, mirando alrededor como si no quisiera estar allí. No entendía cómo había llegado a la fiesta. Fred no era el tipo de persona que asistiera a eventos sociales, y mucho menos sin un buen motivo. A decir verdad, parecía más perdido que nunca. Llevaba su típica chaqueta oscura, con las manos metidas en los bolsillos y esa expresión neutral que lo hacía parecer completamente desconectado de todo lo que sucedía a su alrededor.

Mi estómago dio un vuelco al verlo. Había logrado no pensar mucho en él durante las últimas semanas, enfocándome en mis estudios, pero ahora que estaba aquí, en la misma habitación, todo lo que había intentado ignorar volvió de golpe. Había algo en Fred que siempre me hacía sentir curiosa, intrigada, aunque tratara de convencerme de que no debería importarme tanto.

Intenté evitar su mirada y seguir hablando con las personas que estaban a mi alrededor, pero no pude evitar lanzarle miradas de vez en cuando. Su presencia, aunque distante, era algo que no podía ignorar.

-¡Hey, Lauren! -la voz de Suzie llegó a mis oídos justo cuando estaba a punto de acercarme a la cocina-. ¡Mira quién llegó!

Antes de que pudiera detenerla, Suzie ya se había acercado a Fred con una sonrisa traviesa en el rostro.

-No me lo puedo creer, Fred en una fiesta -dijo, cruzándose de brazos-. ¿Quién te convenció?

Fred levantó la vista, y por un segundo, su mirada se encontró con la mía antes de volver a Suzie.

-Solo... pasaba por aquí -respondió él, con su tono habitual, seco y sin emoción.

Suzie soltó una risa, obviamente no creyendo ni una palabra.

-Claro, claro. ¿Pasabas por aquí, o viniste a buscar a alguien en particular?

Fred no respondió, pero su mirada vagó de nuevo hacia mí, aunque solo por un segundo. Sentí cómo el calor subía a mi rostro y desvié la vista, intentando fingir que no me había dado cuenta.

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