11

6 3 0
                                    

Al final la chica me ombligo a husar ropa, una extraña.

Me puse una bata, ala que ella llama vestido. Es color rosado y me llega asta los muslos.

—¿Que es eso?—señalo una habitación enorme con mesas y sillas y ella me mira estraña.

—es el...comedor. ¿De dónde vienes?

—Y ati que te importa—la juzgo con la mirada antes de decirle—Buengo de los laboratorios.—entro ala habitacion llena de mesas llamada... comedor.

—Tengo hambre.—le escuché desir alos científicos que comían en un lugar llamado comedor.

—¿Bueno que quieres comer?.

—Eso lo que me diste....es....¡tarta de fresa!.

—Ok. Pero si quieres también te puedo traer un sándwich de jamón y queso primero.

—¿Sandwich?.

Ella suspira.

—Creo que de dónde vienes no has salido mucho. Mejor te voy a enseñar como son las cosas.

Me agarra del brazo y estubimos como 4 horas recorriendo todo el lugar. Al menos la mitad de el. Ella me enseñó muchas cosas como.

No es normal andar desnuda delante de las personas, lo cual todavía no lo entiendo. Que hay muchas variedades de comida, refrescos, dulces y cosas saladas. Probé el pescado, el plátano creo que ese es mi preferido, comí algo llamada palomitas también mi favorito.

Ella me regaló ropa suya y me ayudó a tomar un baño. No fue un que me aya dolido. No fue con agua fría y no me quemaba la piel tampoco como estaba acostumbrada en los laboratorios.

Está ves fue tranquilo y oloroso. Acabe oliendo a ella, dise que yo olía a chocolate, y por cierto el chocolate, «“lo adoro ”».

Llegamos a una habitación donde hay otras chicas.

—Ellas son....bueno tu no sabes nada, son como las esclavas sexuales del jefe

—¿Son esclavas?.

—Si.

—¿Como yo verdad?.

—Hamm....no sé si el jefe te trajo como esclava o  asuntos diferentes.

—¡Yo era la esclava de esos desalmados!—mi voz se escucha llena de rabia.

—Wow, no se lo que has pasado pero no malinterpretes. Ellas no son esclavas.

—Explícate.

—Ellas, nosotras lo complacemos en eso, y vivimos aquí. Esos es todo, el no nos obliga a..... talvez si.

—¿Dises que están aquí por su propia cuenta?.

—No exactamente. Algunas fueron traigidas aqui por su belleza. Pero el jefe no a sido tan mala de raptarla como a otras, alejarlas de su familias. Casi todas son mujeres que iban a perder la vida. En las misiones hay muchachas en esa situación y como son lindas las traen asia aquí. Ami me trajeron, ami si me raptaron pero el me salvó de allí. Nunca me maltrato, es duro si, pero....— ella suspira y vuelve ese brillo estraño en sus ojos—el es el jefe.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 15, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Maniac EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora