CAPITULO 33

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✒️ NARRADOR ✒️

Aria llega a una casa abandonada, al entrar las paredes parecen que se te van a caer encima, por lo vieja y descuidada que se encuentra.

Pero esta casa tiene un pequeño secreto, al entrar en una de las pocas habitaciones que hay, te das cuenta que todo es solo una fachada para encubrir una sala de operaciones clandestina.

Si vas más alla del edificio, encuentras instalaciones muy modernas, con 5 habitaciones lujosas, tres de esas habitaciones estaban ocupadas con las personas que no pudo eliminar.

- Señorita Aria, que gusto que haya llegado, ¿Trajo los medicamentos? - una enfermera de edad avanzada le da la bienvenida.

- Si, aquí está todo lo que necesita el médico, ¿como sigue Suga? - Aria le tiende una mochila negra a la enfermera.

- El joven está mucho mejor físicamente, pero aún se niega a comer, exige verla o intentará huir una vez más. - Aria se muerde el labio inferior, desde aquella noche no ha querido verlo.

- La segunda vez que intento huir se lastimó la herida... No puedo seguir huyendo... - piensa en voz alta. - ¿Cómo están Hoseok y Seokjin? - necesita hablar primero con alguno de ellos.

- Esos dos están muy bien, pero... Me da tanta pena verlos atados, por favor señorita Aria, dejelos ir... - que más quisiera Aria, pero no podía...

- Voy a hablar primero con Hoseok, ahora vuelvo.... - se aleja pensativa, recordando aquella noche que condenó su alma al diablo al traicionar al amor de su vida.

Aria toca la puerta, sabe perfectamente que Hoseok no le va a contestar, aún así, lo hace por mera cortesía.

Suspira profundamente esperando poder verlo a la cara sin sentirse como una completa basura.

- Ya termine de comer, no me pida nada más, no quiero ver a nadie... - dice Hoseok al escuchar que la puerta se abre.

Lleva una venda en los ojos, para no comprometer al doctor y a la enfermera.

Se encuentra atado a la cabecera de la cama por las muñecas, también está atado de los pies.

- Me da gusto que estés comiendo, lo necesitas para sanar pronto. - la voz de Aria tensa a Hoseok, quién rápidamente se pone a la defensiva.

- ¡¡¿Que haces aquí?, ¿vienes para terminar lo que no pudiste hacer hace tiempo?... ¿Que hiciste con Suga?... ¿Dónde está Seokjin?!! - grita desesperado .

- No te preocupes, ellos están bien, sus heridas ya están completamente sanadas... Bueno, la de Suga aún no está del todo bien, pero espero que pronto se cure del todo, siento mucho todo lo que pasaron, lamento mucho haberles disparado, pero no tenía opción, tenía que parecer que en realidad los había asesinado... - cierra la puerta detrás de ella, pero no sé mueve, no quiere inquietarlo más.

- ¿Piensas que voy a creerte otra vez?, No, eso jamás volverá a pasar, no volverás a burlarte de mí... - escupe con rencor.

- No tengo ninguna necesidad de volverlos a engañar, Yoongi... Es decir, Agust-D los quería muertos, el mismo se los dijo, si no quieres confiar en mi no lo hagas, pero al menos usa bien tus neuronas, no tiene ninguna lógica lo que estás pensando, solo quiero que se recuperen, voy a dejarlos ir, con una condición, quiero que se vayan de Corea, que nunca vuelvan, ustedes están muertos para el mundo. - Aria no se atreve a poner sus ojos en Hoseok, no importa que el no pueda verla.

- ¡¡No te creo, lárgate de aquí, vuelve cuando tengas las agallas para mirarme a los ojos y acabes con lo que tú jefe te pidió!! - las palabras de Hoseok calaron hondo en el interior de Aria, jamás lo había visto de esta manera.

ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora