CAPITULO 14.

71 22 19
                                    


ARIA❄️

Mientras íbamos en camino hacia la casa de los padres del señor Min, pensaba en cada palabra y frase que me dijo, pensé en Drako y todo lo que alguna vez pude haber tenido con el.

Desde que el me dejó en aquel bosque me jure a mi misma que jamás sentiría de nuevo, me dejó un mal sabor de boca...

Solo seguí entrenando, siempre con la rabia y el deseo de acabar con cualquiera que se convirtiera en mi enemigo .

Me volví cruel, fría y sin pizca de emociones, mi vida no tenia sentido, por esa misma razón comencé a vivir solamente para ser una sicaria y poder pagarle al señor Min por todo lo que me ha dado, creo que desde ahí comencé a sentir algo por el, además de Drako el fue el único hombre que me brindo su ayuda.

¿Que si me duele lo que me dijo en su despacho?... Cada palabra fue una daga incrustada en mi corazón, mas no me sorprendió, se lo que soy, se lo que valgo, un hombre como el jamás podría tomarme en serio, la verdad no entiendo cómo es que Drako se fijo en mi, yo no soy una mujer de valor, lo sé y lo acepto, este amor que le tengo al señor Min se irá a la tumba conmigo, solo quisiera que no me usará como dice, es verdad que el sexo con el me encantó, pero solo hace que sienta más por el.... Más se que eso es problema mío, no suyo, así que me tocará aguantar, estoy acostumbrada a solo obedecer sin importar si estoy de acuerdo o no con lo que pasa, solo espero que ese pequeño dolor incrustado en mi negro corazón no se haga más grande.

Media hora después habíamos llegado a la casa del los padres de el señor Min, es tan elegante y hermosa, aunque no es tan grande como la del señor Min.

Palpe en la cinturilla de mi pantalón para acomodar bien mi arma, salí del coche e inmediatamente el señor Min salió, acomodo su traje negro, llevaba un ramo enorme de rosas, a las cuales miraba con asco.

- Quédate detrás de mi, me esperas en la puerta. - el señor Min me da instrucciones, las cuales como siempre, cumpliré al pie de la letra.

- Entendido señor. - digo roboticamente.

Mientras caminamos solo unos cuantos pasos hasta llegar a la entrada, verifico el camino, al notar que no hay nada fuera de lo común sigo enfocada en la puerta de la entrada.

El jefe tiene llave por lo que abre la puerta y antes de cerrarla me da una mirada que no se que significa, acto seguido me colocó aún lado en posición de descanso.

Pasa como media hora sin ningun cambio, hasta que la vibración de mi móvil me saca de mi posición, lo saco de mi bolsillo y noto un número desconocido, contestó de inmediato pues es normal que mi jefe o la señora Haneul me marquen de otros números, se que es uno de ellos, pues solo ellos tienen mi número.

- ¿Diga?... -

- Hola... Perra rompe huevos, no puedo creer que ni una sola llamada tuya he tenido, ¿Que no me extrañas? Jajaja - esa estúpida risa....

- ¿Cómo es que tienes mi número?... - pregunté lo más calmada que pude.

- Tengo mis conexiones, quiero verte, quiero terminar de una vez por todas con esta.... Obsesión que tengo con tu coño, mañana en la noche. - Reí por el chiste que ese imbesil de Park acababa de decirme.

- Pues te quedarás con las malditas ganas, te dije que el trato había expirado, no vuelvas a marcarme. - su voz comenzó a escucharse pero colgué de inmediato, busque el número y lo bloqueé, por ahora no quería saber nada de ese perro.

Parece que no podré desaserme de ese hijo de puta, si me da lo que quiero.... Tendré que acostarme con el...

Mi móvil volvió a vibrar, estaba a punto de contestar de mala gana pensando que se trataba de Park, pero el nombre del señor Min apareció en la pantalla.

ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora