CAPITULO 12.

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ARIA

- Aria... Voy a entrar, vengo a curar tus heridas. - escuché entre sueños la voz de mi señora Haneul, me removí de la cama con pereza y algo de dolor en el cuerpo.

Segundos después la puerta fue abierta, me senté en la cama quitándome la sábana del cuerpo, nunca me acostumbré a usarla, en el orfanato no había, así que dormíamos en el piso, si teníamos suerte, conseguíamos un cartón para poder dormir encima de el.

- Señora Haneul, buenos días, no se moleste, no estoy herida de gravedad. - dije al recordar las heridas que el señor Yoongi me provocó, en ese momento me dolió mucho, pero la sensación de calor y placer me segaron por completo.

- No digas tonterías.... Mira como diablos te dejo... Es un... - la señora Haneul se sentó aún lado mío, no me di cuenta que estaba desnuda, por lo que mi señora me detallo completamente, quise cubrir mi cuerpo, pero ya era tarde, había visto todo lo que el señor Min me había hecho. - ¡¡¿Pero... Que diablos te hizo?.... Aria!! - la señora Haneul me tomo del mentón bruscamente, en sus ojos había preocupación. - ¡¡DIME QUE EL SEÑOR MIN NO TE TOCÓ... DIME QUE NO.... EL SEÑOR MIN Y TU.... HABLA MALDITA SEA!!! - sabía lo que me estaba preguntando, y sinceramente no quería contestarle.

- Lo... Lo siento mucho señora Haneul... - dije tristemente, sabía que la había decepcionado.

- ¡¡ESE HIJO DE PUTA!! - me soltó de la mandíbula con brusquedad, se levantó de la cama conmocionada por mi respuesta. - ¡¡¿CÓMO PUDO HACERLE ESO ALGUIEN COMO TÚ?... ¿COMO SE ATREVIÓ?!! - hablaba para si misma, y no entendía el por qué.

- Señora Haneul, discúlpeme por favor, pero si no hubiera sido el señor Min, hubiera sido Park, no es gran cosa, no se moleste conmigo, por favor... - le rogué por qué ella era la única persona que sentía que me quería.

- No estoy molesta contigo... Además una cosa es hacer lo que sea por completar una misión, otra muy distinta es jugar con los sentimientos y el cuerpo de una persona inocente, solo por puro capricho.... - ¿Capricho?.... No entendía sus palabras.

- ¿Porque dice eso?... Señora Haneul - quería saber a qué se refería.

La señora Haneul suspiro frustrada, volvió su vista a mi y camino nuevamente hasta la cama.

- Aria... ¿Cómo te sientes?... Al menos.... ¿Al menos fue un poco considerado contigo? - su mano acaricio una de mis mejillas, parecía preocupada.

- Bueno... Estoy bien, además... Si soy completamente sincera... - le revelaría lo que mi corazón y yo sentimos, pero no me dejo seguir.

- Alto ahí, no me digas ... Por favor, por lo que más quieras, dime qué no te has enamorado de él.... - su tono preocupado cambio, parecía odiar que yo esté enamorada del señor Min, sus ojos se cristalizaron y mi confusión aumentó, creo que por ahora no podría decirle la verdad.

- Claro que no, no iba a decir eso, se cuál es mi lugar, el es mi jefe, y yo.... Yo no soy nadie... - me dolió decirlo, porque es verdad, no debo hacerme ilusiones con el señor Min, aunque el me haya dicho que soy suya....

- Aria, se que siempre les he dicho que ustedes solo son carne de cañón, que solo están en este mundo para proteger y dar su vida por el señor Min.... Pero.... Todo eso es mierda, todos nosotros valemos algo, somos valiosos, tu eres muy valiosa para mí, en cambio el señor Min... El no ama a nadie, más que así mismo, el no es alguien de quién debas.... Enamorarte. - sus palabras estabas cargadas de preocupación, mi corazón se encogió al verla de esa manera, me quiere como yo a ella.

ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora