EL ETERNUS⚔️

24. CORTE OESTE ⚔️

29 JULIO 1469

Tal y como predije, ayer por la noche llegamos a corte Oeste. Esta es un poco más grande que corte Este y Norte, pero no tan grande como corte Central. Nos llevará un par de días en recorrerla entera y espero de verdad que encontremos al dichoso asesino que ya me está hartando.

Salimos a desayunar a la taberna y aquí el ambiente es distinto al de las demás cortes, son más liberales. No les importa como vayan vestidos los demás ni como son. En la mía tampoco les importa mucho esas cosas, a nosotros no nos importa quién sea ni como sea. Pero si se portan mal más de tres veces, les echamos.

Estamos yendo a ver al rey sin los caballos y mientras vamos andando, nos vamos fijando en las casas. Son más nuevas y alargadas. Son casas de ricos. También, por lo que he escuchado de esta corte, el puerto es mucho más grande y más lujoso. Los barcos que vienen de las islas vecinas paran a descargar en ese puerto. Es el puerto más influyente de la isla. En cuanto a las posadas, hay dos pero son muy caras para los que son de fuera de la corte.

Mientras más nos adentramos, más bonito se ve todo. Este lado de la isla, es el más rico de todos. En definitiva, esta corte es la más influyente en cuanto a la mercancia. No sé porqué corte central lleva el mando de toda, tendría que ser esta y alomejor así reinaría más la tranquilidad y no el caos. Corte Central es el corazón de la isla y por lo tanto el rey que está ahí es el que más cargo tiene, por encima de los otros reyes y reina.

— Madre mía —dice Amelia sorprendida sacándome de mis pensamientos—, este tipo de casas no las tenemos en corte Este. Ojalá pueda ver más cómo estas allí.

— Lo mismo digo —le contesto con una gran sonrisa.

— ¿Te imaginas cómo deben de ser por dentro? Preciosas, seguro. No me quiero ni imaginar cómo será la del rey Guillermo.

— Mejor que estas segurísimo. Ahora lo averiguaremos.

Y dicho y hecho, es más preciosa y mucho más grande que las que hemos visto. El rey tiene una casa junto al castillo y en cuanto lleguemos a este, nos dijeron que lo encontraríamos en su casa. Por dentro está repleta de cuadros y esculturas. Todo antiguo. Sillas tan bonitas que me pregunto cuánto les habrá costado toda esta preciosidad hogar, porque les debe de haber valido un ojo de la cara. Aun así, es impresionante lo que puede llegar a tener una persona rica.

— Hola señorita Aeris, ¿En qué puedo ayudarla? —me pregunta el rey Guillermo nada más entrar en la sala donde se encuentra.

— Hola señor Guillermo, quisiera saber si ha visto a una persona —le describo como es—. Es urgente, he pensado que usted me podría ayudar. Es mi única esperanza.

— Pues mire, sí que la he visto. De hecho la conozco.

— ¿Enserio? —digo contenta por haberlo encontrado.

— Sí, vive en la parte este y se llama Marco.

— Muchas gracias señor. Le agradezco mucho su ayuda.

Al salir de la casa del rey, una persona se choca conmigo y resultó ser la que tanto estábamos buscando, el asesino de mi padre. Pero en pocos segundos pasan dos cosas. Una, el chico ha desaparecido y dos, me ha dejado una nota a mis pies.

La recojo y me la guardo porque ahora mismo, salimos a correr tras él.

Se nos ha hecho de noche y como no ha parado en todo el rato que le llevamos persiguiendo, hemos tenido que parar nosotros en una posada para descansar. Esta es más lujosa que las anteriores, y esta vez, comparto de nuevo habitación con Amelia y Bela. Adoro demasiado a estas chicas.