20. ¿ELIOT?⚔️

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16 JULIO 1469

Me despierto y resulta que Eliot no está. Hace tiempo que se ha marchado de la habitación, pues su lado está frío. No sé por dónde empezar a buscarlo. Se me ocurre una idea de dónde puede estar, pero algo dentro de mí sabe que no voy a encontrarlo.

Me dirijo hacia la habitación de mi tío. Me abre la puerta con su preciosa y graciosa cara adormilada.

— ¿Dónde está Eliot? ¿Dónde se ha metido? –le pregunto a Jeremy con nerviosismo.

— No lo sé Aeris, ¿No está en vuestra habitación?

— Si estuviera, no lo estaría buscando.

— ¿Crees que se haya ido? Ayer lo vi muy enfadado. ¿Has mirado si están sus cosas?

Nos dirigimos hacia mi habitación y tal como pensaba, huyó porque sus cosas no están.

— No puede haberse ido. ¡NO PUEDE! ¡AHORA NO!

—Tranquilízate, ya sabes que no puedes ponerte así de nerviosa.

— Es verdad, lo siento mucho tío Jeremy. –—le digo mientras le abrazo fuerte.

— Aparte de esto, ¿Cómo estás?

— De momento bien. —le contesto separándome de él.

— Me alegro mucho —dice abrazándome de nuevo— Te quiero peque, no sabes cuanto.

— Lo siento, de verdad que lo siento —le digo llorando.

— ¿Por qué? —dice acariciándome el pelo mientras me sigue abrazando.

— Porque he sido una idiota. He confiado en él, he confiado en él en tan poco tiempo.

— No pasa nada mi niña, no eres la única que ha confiado en él en tan poco tiempo. Yo también he caído en su trampa.

— Hay que ser mala persona —digo irritada a la nada mientras me alejo de mi tío bruscamente— como lo encuentre le arrancaré las pelotas para que no pueda tener hijos nunca jamás.

— ¡Esa es mi sobrina! —dice mi tío con alegría y dando palmadas.

— ¡ESPERA! —grito cuando me he dado cuenta de una cosa.

— ¿Qué? —pregunta Jeremy preocupado.

— ¡ESTO LO HE SOÑADO! ¡HE TENIDO UN SUEÑO PREMONITORIO! —confieso gritando.

— Madre mía Aeris, qué susto me has pegado.

— Lo siento mucho —le digo con la cara roja de la vergüenza.

— No pasa nada. Venga, vámonos a desayunar. Yo os invito a todas.

Seis horas más tarde, después de comer, nos ponemos en marcha hacia corte Central. Tenemos que ir más despacio, pues estando embarazada no me quiero arriesgar a perderlo por haber hecho esfuerzos.

Ya es casi de noche, pero me siento tan cansada que hemos decidido descansar y seguir de nuevo mañana.

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