CAPÍTULO CINCO

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El único otro hombre que había dormido con Zee ahora se paró frente a NuNew, en la mente de Jorge. Él era un chico sinvergüenza, mirando con un brillo en sus ojos azules.

Tenía el pelo rubio, una frente ancha y una mandíbula fuerte. Era precioso, sin duda, al respecto, y NuNew sintió una punzada de celos girar en su vientre.

El contuvo sus emociones, para que otros no supieran que se sentía así. Podía haber dejado eso filtrarse en él como una bruma de ira y arrastrarse sobre la piel de la manera que parecía arrastrarse hacia él, pero NuNew se controló bien.

—¿Perth? —Dijo Zee. —Es una sorpresa verte, tengo que admitir. A pesar de ser un placer, de todos modos.

Los celos de NuNew burbujearon un poco más.
—Y ustedes, mis amigos. —Perth miró a Boun y Prem. —Mantienen la misma amistad. —Dijo con una sonrisa. —Boun, Prem, el tiempo los mantuvo bien.

—Y a ti también. —dijo Prem.

Perth inclinó un poco la cabeza, y cuando levantó la vista de nuevo, miró directamente a Zee.

—Oh, Zee. El destino eligió bien para ti. La Llave, y yo no esperaría nada menos para ti, mi amigo.

Zee se acercó a NuNew para que pudiera poner su brazo alrededor de él.
—Perth, este es NuNew. Nu, mi viejo amigo Perth.

NuNew forzó una sonrisa tensa.
—Zee me habló de ti. Encantado de conocerte.

—Y Saint. —Zee bajó la cabeza. —Estoy encantado de verlos una vez más. Te debo la vida.

Saint sonrió cálidamente.
—Era mi destino. —Dijo simplemente. —Yo no lo sabía en ese momento, pero tuve que dejar su mundo para encontrar a mi predestinado. Él me estaba esperando.

—El destino es una cosa irónicamente incongruente, ¿verdad? —Perth preguntó retóricamente. —Que mi Saint y yo te conocemos a ti, Zee.

Zee puso sus manos sobre NuNew.
—El destino es una cosa curiosa por cierto.

—Te ves bien, Zee. —dijo Perth. —Hay una luz en tus ojos que estaba ausente cuando te conocí. La luz que supongo que podemos dar gracias a NuNew.

NuNew odiaba a este hombre, al amante anterior, él tenía una historia con Zee. Odiaba que lo hubiera tocado en la más íntima de las maneras. Odiaba que hubieran visto el mundo en un tiempo diferente. Odiaba que NuNew jamás tuviera eso.

Fue una sensación irracional; el vampiro estaba muerto, viviendo en un plano etéreo. Demonios, incluso estaba atado a otra persona.

Aún así, NuNew no podía ayudarse en la forma en que se sentía. Independientemente de cómo confinó la emoción, ella estaba allí.

—¿El Zoá? —NuNew dijo, probablemente sonando más abrupto de lo que se consideraría de buena educación. No le importaba. Lo necesitaba para terminar. —¿Tú sabes de ellos?

Perth trató de no sonreír, como si pudiera leer la mente de NuNew. Tal vez pudo, pensó NuNew. Todavía no le importaba.

—Los conozco. —Dijo. —No los he visto con mis propios ojos, pero estoy familiarizado con su especie.

—¿Quiénes son ellos? —Prem preguntó rápidamente. —¿De dónde vienen?

—¿Y por qué no hemos oído hablar de ellos?
—Boun añadió.

—Ellos son, como su nombre indica, Zoáthropes. Ellos son conocidos por los seres humanos con muchos nombres. Lycan, quimera, o therianthropes. Aunque los seres humanos creen que es una psicosis, donde las personas se pueden convertir en otro animal. Eso no es totalmente correcto. Zoá son criaturas que pueden cambiar en un ser humano. Ellos cambian de forma, a falta de un término laico. Pero su verdadera forma no es humana.

La llave de Zee #3 (ZeeNuNew) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora