CAPÍTULO OCHO

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—NuNew. —Mix le dio una cálida bienvenida con un beso en ambas mejillas. Ellos se encontraron en el apartamento de Mix, en Londres, que fue un loft, de estilo almacén.

Estaba decorado con buen gusto, pero NuNew nunca sintió que era un hogar. Aunque Mix parecía de alguna manera en su lugar allí, estaba vestido con sus pantalones vaqueros negros, botas y chaqueta de diseñador; su cabello rubio perfectamente peinado; su rostro de elfo hermoso sólo completó su mirada fuera de la pasarela.

—Me resisto a verte tan feliz. —Mix dijo con un brillo en sus ojos. —Yo estaba esperando para que te dejaras ser influenciado por un cierto encanto inglés, pero, por desgracia, tu corazón te obliga todavía a un escocés.

NuNew rió, sabiendo muy bien que un corazón predestinado nunca podría cambiar. Mix le sonrió maliciosamente, apretó la mano de Boun y Prem, diciendo un breve Hola, pero luego, se volvió para NuNew.

Zee fue rápido para colocarse entre ellos.
—Todavía coqueteando con mi marido, ya veo.
—dijo Zee, poniendo su acento escocés.

Estaba en un mucho mejor estado de ánimo después de su rápido tiempo en Dun Add.
—Pensé que lo habrías aprendido. Aunque tengo que concederte, que los británicos no fueron conocidos por su inteligencia.

Mix rió alto.
—¿Hace falta que les recuerde la Batalla de Floddon?

Zee soltó una risa.
—Esta fue una batalla fija y lo sabes. Me costó cuarenta piezas de oro. Pero la batalla de Haddon Rig, ahora esa fue una lucha justa.

Los hombros de Mix se estrecharon cuando él se rió.
—Oh NuNew, él sigue siendo un mal perdedor, después de todos estos años.

NuNew miró entre los dos. Podía ver las largas memorias en ambas mentes: una pequeña habitación con un techo bajo, un fuego, y sus ropas del siglo XVI, el intercambio de bolsas de monedas.

—¿Ustedes hicieron apuestas en las batallas humanas?

Mix agitó la mano.
—Nosotros no hemos creado las peleas entre nuestros países. Nosotros simplemente apostamos sobre el resultado.

—Tú sabes. —NuNew dijo, poniendo su mano en el bolsillo trasero de los pantalones vaqueros de Zee.
—Estoy celoso de la historia que comparten.

Zee se volvió ligeramente para que pudiera descansar la frente en la cara de NuNew.

—Nosotros no podemos cambiar lo que ha pasado, m'cridhe.

Mix miró con nostalgia y suspiró. No sonrió.
—El tiempo de la mosca de la envidia, hasta que quedas sin tu raza.

Zee miró y frunció el ceño.
—¿Acabaste de citar a Milton? Estas palabras viniendo de ti, sólo pueden significar melancolía.

Mix fingió una sonrisa y NuNew vio en su mente cuando él decidió en no preocuparse de mantener la fachada. También podía ver la expresión de tristeza en la cara de Mix que quemó todo el camino hasta su pecho.

—¿Mix? —preguntó NuNew.

—Han sido un par de semanas de reflexión.
—dijo Mix. —Tal vez después de haber vivido tantos años como yo, NuNew, vas a entender.
—Entonces Mix miró a Zee. —O tal vez no.

NuNew sintió entonces, más de lo que vio, que no era tristeza sentida, más que la soledad de Mix.

Tú no estás solo, susurró directamente en la mente de Mix.

NuNew mostró sus imágenes mentales de todo el clan Inglés que NuNew había conocido, que idolatraba a Mix y por supuesto, a Zee, Boun, y Prem.

La diferencia entre estar solo y sentirse solo es un vacío inconmensurable, NuNew, Mix le respondió.

La llave de Zee #3 (ZeeNuNew) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora