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Capitulo VI

P.o.v Kanjii

Termino de comer el último sorbo de la sopa, antes de volver a acostarse, todavía sentir el dolor en todo el cuerpo, pero nada como el dolor que estaba sintiendo en su interior.

¿Cómo pudo ser tan estúpida para abrir su corazón con aquel mentiroso?

Nunca se preocupo por ella realmente, solo quería información...

Jamas quizo tener nada que ver con su persona...

Solo la había usado...

La idea sólo hizo que se moviera de mala gana aún lado para ahuyentar esos pensamientos.

Tenía que concentrarse en lo que haria una vez que pudiera levantarse y salir de ahí.

Definitivamente si tenía que ir a Ba Sing Se.

Ya no solo para buscar a su familia...

¡Estos hombres estaban planeando algo contra la capital del Reino Tierra!

No sabía hasta que punto tenían de información, pero había aprendido a no subestimar a la Nación Del Fuego  Después de todo, el mundo casi estaba a merced de ellos.

No podía permitir que siguieran expandiéndose.

Tenía que informarlo lo más pronto posible.

Mientras pensaba en ello, escucho voces y pisadas rápidas provenir del pasillo, estaban cada vez más cerca.

Fingió estar dormida cuando la puerta se abrió de golpe.

Oyó un quejido.

—¡SEÑ...!— Una voz estaba por gritar pero enseguida otra lo cayó a media oración.

—Shhh— Luego hablo en voz baja— La señorita esta descansando...— su  corazón se aceleró, aquella voz era la de Kazuhiko, entre abrio los ojos para ver que estaba pasando — No debieron tomarse molestias por mi, estaré bien...

—Pero señor esta herido, debería dejar que el médico...

—Estaré bien Yasuo, no te preocupes— añadio Kazuhiko, lo vio siendo llevado por dos hombres a la cama más cercana y casi ahogó un grito al ver la mancha de sangre que le empapaba la  tela de la pierna izquierda— puedo curarme esta herida por mi mismo, no es necesario molestar al médico.

—Todo esto pudo haberse evitado si tan solo dejarás de ser tan compasivo con esos salvajes...— Añadió otra voz

—Basta Lang — dijo Kazuhiko con dureza — Ahora, será mejor que regresen a sus puestos, yo me las arreglaré con esto — Al parecer alguien iba a protestar, dado el movimiento de los brazos, pero Kazuhiko lo interrumpió bruscamente y luego hablo con un tono más severo — Es una orden, retirense.

Pasaron unos minutos más, cuando por fin escucho al par de hombres pasar frente a ella y salir de la habitación.

Kazuhiko suspiro profundamente cuando la puerta se cerró, luego soltó otro quejido cuando trato de volver a ponerse en pie, trato de moverse entonces hacia la pequeña gaveta de la esquina, donde debían tener los analgésicos y medicinas.

Lo oyó jadear y medio maldecir en voz baja, y aún que en parte le hizo sentir una enorme satisfacción, otra le hizo sentir un nudo en el corazón al escucharlo quejarse así...

No.

No debía sentir lastima por este hombre...

Le había mentido.

La había usado.

No merecía su compasión....

—Agh— volvió a escucharlo