࿐♡ 21

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—¿Qué se supone que ahora hacen? —Chan murmullaba entre dientes.

Estaba viendo cómo Jeongin y Hyunjin patinaban en una parte del lago congelado, hace dos semanas entraron a invierno, una coincidencia que Hyunjin sea del Sur, donde hacía frío una gran mayoría del año los lagos estaban congelados.

Hyunjin aprendió a patinar gracias a sus padres y era muy bueno haciéndolo, solía enseñar a varios de los ciudadanos que se encontraba cuando iba a los lagos congelados.

Y en este momento, le estaba enseñando a Jeongin, este apenas y podía colocarse de pie con ayuda de Hyunjin.

—Estas cosas son complicadas de manejar —se refirió a los patines.

—La clave es no colocar ambos pies rectos, uno siempre debe estar un poco más inclinado, porque si no...

—¡Dios mío! —Jeongin se sostuvo del brazo de Hyunjin al pisar justo como le dijo que no hiciera y casi cae al suelo.

—Sí, eso pasara —lo ayudó a ponerse de pie.

—Soy malísimo en esto —Jeongin avanzaba con la ayuda del príncipe mayor.

—Nadie nace aprendiendo, Jeongin. Vamos, ahora trata de hacerlo tú solo —soltó su mano, dejando que el menor trate de avanzar hacia él.

—Okey... —tomó aire, dio un paso y no se cayó, al segundo tampoco se cayó... pero al tercero, perdió todo su equilibrio en ese paso y su rostro estaba a punto de chocar en el frío y congelado lago.

Chan estaba listo para no dejar que toque el suelo, pero Hyunjin al estar más cerca fue más rápido.

—Hey, cuidado —lo sostuvo de la cintura, en un medio abrazo, pues solo fue con una mano.

—Es fácil decir eso cuando tú empezaste a patinar a la par de caminar —se agarró fuerte del mayor.

Pero Chan no estaba absolutamente nada feliz con eso.

¿Todos podían hacer eso con Jeongin? Bien, no le importaba (clara mentira).

Con un bufido y refunfuñando mientras murmuraba lo mucho que odiaba a esos chicos, se fue del lugar.

Iría a su habitación, ya que Jeongin estaba TAAAN bien cuidado por esos tres chicos, no necesitaba de él.

Y en el pasillo de la cocina se encontró, no, mejor dicho, chocó con alguien que tenía un uniforme muy parecido al suyo, también tenía una espada envainada. ¿A caso era otro caballero?

—Lo siento —Chan se paró del suelo, tratando de ayudar a quien sea que haya hecho caer al chocarse.

—No te preocupes —aquel chico lo miró, sus facciones eran suaves para ser un caballero.

—Eres...

—Sí, soy el caballero real de Jisung —se presentó—. Me llamo Lee Yongbok —sonrió—. Sé que no me veo como un caballero, pero hey, por algo me eligieron como el mejor.

—No te voy a subestimar —Chan dijo con una sonrisa—. Me llamo Chan... Bang Chan —fue el nombre completo que Jeongin le dijo que debía decir, puesto que debía tener un apellido.

—Qué genial que ambos seamos caballeros —dijo divertido—. Bien, entonces tú eres Chan y yo soy Yongbok.

—Bien, Yongbok. ¿Cuántos años tienes? —era entretenido hablar con él.

—Tengo 20 años —dijo con una sonrisa.

—Oh, yo tengo 21 —respondió de la misma manera.

—¿Quieres ir a hacer algo? —preguntó—. Jisung, mi príncipe, me dijo que no hay peligro dentro del castillo y que me tome el día libre. ¿Qué dices?

—Yo... —su deber era estar con Jeongin—. Sí, vamos —pero era más divertido hablar con alguien que estar parado por horas.

(...)

—El sauna que tienes es fabuloso, ¿es por eso que tienes la piel así de bonita? —Minho dijo saliendo que aquella habitación caliente y muy húmeda.

—Papá la colocó para mamá y para mí, decía que las hojas con las que se hacen baus aquí ayuda a que siempre seamos bonitos —apretó su propia mejilla.

—Pues mentira no era —Jisung apretó su otra mejilla.

Jeongin desde hacía un rato que no veía a Chan, como hace una hora y media tal vez, al principio pensó que fue al baño o a comer, pero ya estaba muy preocupado por él.

—Oigan... ¿Vieron a Chan? —preguntó el menor de todos.

—¿Chan? —dijo Jisung confundido.

—Sí, mi caballero... ahm... es algo tímido y siempre está cerca de mí... es la primera vez que dejo de verlo por más de veinte minutos...

—Ahhhh, entonces sí era tu caballero, sí, no lo veo desde que fuimos a patinar —Hyunjin habló.

—Oh... okey.

Ahora Jeongin quería saber dónde estaba... solo para saber si estaba bien.

—Hey, ¿estás seguro de que es reservado? —Jisung preguntó.

—Sí, siempre está conmigo todo el día e intercambia dos o tres palabras con los demás, siempre está serio y nunca sonríe con otras personas y...

—Pues tan reservado no parece —Minho señaló al caballero de Jisung y el de Jeongin jugar un pequeño partido de básquetbol, aquel juego que había llegado hace como un año a su reino.

Jeongin se asomó a verlo, en la cancha pública, muy cerca del castillo, estaba Chan y otro chico, uno solo un poco más alto que Jeongin, con pelo algo ondulado y bonita sonrisa, ¿ese era el caballero de Jisung?

—Oh, sí, es Yongbok —Jisung lo vio—. Se ve muy tierno, pero es un arma mortal en el combate.

—Oh... —el menor de los príncipes veía todo desde su lugar.

Chan estaba sonriendo tan a gusto con aquel chico, hasta dejaron sus trajes y espadas en un lado, estaban con ropa casual jugando con aquella pelota.

—Yo no traje al mío, que se de unas vacaciones —Minho habló—. El padre de Jeongin es tan paranoico que tiene guardias en todos lados y si lo traía iba a sobrar y aburrirse.

—Bueno, qué bien que traje al mío, así Chan no se siente aburrido ni solo —Jisung habló viéndolos con grandes sonrisas a ambos.

—El mío solo me dijo buen viaje — Hyunjin bufó—. Me protegerá y todo, pero es un aguafiestas.

—Ya, dejémoslos divertirse y nosotros igual hagamos lo mismo —Jisung los llevó a todos al salón donde ya era hora de un aperitivo.

—Sí...

Jeongin no pensó que eso pasaría con Chan, especialmente porque apenas y conocía a ese chico, ¿tan rápido le agarró confianza? Si con el tardó como tres días en acercarse, ¿cuánto pasó con ese chico? ¿Tres minutos?

Con que no soy el único...

Con que no soy el único

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Mongrel ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora