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El príncipe Aemond , conocido por ser perfecto en el ámbito del estudio , modales , educado , bueno con el manejo de la espada, pero lo que realmente resaltaba en el era el como era el hijo predilecto de la reina consorte Alicent.

El muchacho platinado siempre seguía órdenes de su madre y abuelo , nunca se le vio realmente actuando como lo que era; un niño.

Pero se dice en las narraciones de champiñon que Aemond si tuvo momento de debilidad con una sola persona ; la princesa Aelynor Targaryen, con quién compartia la desgracia de no ser jinetes de ningún dragón , pues el huevo del principe se hizo piedra, en cambio el de la princesa se rompio en un accidente.

Siempre que se le veía a la pequeña en los jardines de la fortaleza se le veía acompañada del hijo menor de la reina, siempre viendola en silencio aunque aveces aportaba algo a las pláticas usuales. Pero para sorpresa de muchos por no decir todos fue un momento crucial en la amistad de ambos niños.

El día que la princesa cayó enferma por la fiebre cuando tenía 5 días de nombre, el príncipe Aemond seguía visitando la cada 3 horas asegurándose de que estuviera bien y con la esperanza de poder hacer algo por ella.

Una de las veces que fue asegurarse que estaba bien, entro viendo a su media hermana abrazando a su hija quien estaba sentada en la cama con la cara hinchada de haber dormido todo un día.

Ella al escuchar la puerta lo volteo a very sonrió , pero era una sonrisa pequeña , no como las habituales donde se le achicaban los ojos y mostraba todos sus dientes.

—Aemond— dijo su hermana sacándolo de su ensoñación— Aelynor ya está mejor —dijo dándole una sonrisa agradecida—desperto hace poco y ya no tiene tanta fiebre— se alejo de su hija para acercarse a su hermano y tomarle la mano.

Aemond dejo que su hermana la tocara aunque al principio se tenso, no parecía tan malvada como su madre le escribía , ni parecía capaz de dañar a alguien, algo que lo confundió totalmente.

—Debo ir a buscar que te traigan algo de comer—dijo volteando a ver a su hija sin dejar de tomarle la mano a su hermano—podria dejarlos un momento?—pregunto a su hermano quien seguramente querría estar a solas con su hija.

—Claro , sin problema—asintio con alivio interno de por fin poder hablar con su sobrina.

Luego de que su hermano le accediera a estar con su hija salió en busca de una sirvienta , pero se fue tomando su tiempo sabiendo que ambos esperaban tener privacidad.

—Como te sientes?—pregunto el platinado después de escuchar los pasos de su hermana alejados.

—Cansada y sudada—respondio con gracia la menor desde la cama sonriendo divertida.

—Normal, estuviste dormida todo un día—dijo sonriendo en su dirección y acercándose un poco.

La princesa lo vio fijamente, ese día iba con el cabello sujeto en media coleta; se veía más lindo así porque se podía ver todo su rostro.

—Que sucede?—pregunto la princesa sacando de su ensoñación al ver que el príncipe se removía—porque no te sientas?

El príncipe se acercó a un sillon pero cuando llegó y volteo en dirección a la princesa está lo veía con un puchero y el entrecejo fruncido.

—Que sucede?—pregunto confundido y preocupado el platinado de que algo le doliera a su sobrina.

—Estas muy lejos—señalo la princesa hacia su tío quién solo se confundió.

Pero  se sorprendió cuando su sobrina importando le poco se levantó de la cama y con la cara roja , hinchada y brillosa por el sudor que le corría se acercó a el.

—Espera—advirtio el príncipe la verla tambalear—Yo voy

La princesa al escucharla se quedó en su cama esperando que  si cumpliera con lo dicho. El príncipe viendo que su princesa lo esperaba se acercó  hacia ella con rapidez.

La platinada feliz de que su tío le hiciera caso se metió entre las sábanas con una sonrisa. Después de unos momentos de silencio la princesa vio a su tío como si esperara algo.

—Que esperas?—pregunto desde sus sábanas.

El príncipe la vio confundido hasta que vio como se hacía a un lado y levantaba las sábanas a su lado.

—No puedo meterme a tu cama—dijo incomodo dirigiendo su mirada hacia la ventana.

—Porque no?—pregunto con verdadera inocencia y confusión.

—Eres una mujer y yo un hombre , lo maletenderan y tú honor será manchado—dijo removiendo se incómodo en su sitio con la cara un poco colorada sin poder creer que tendría que explicar algo así.

—No soy una mujer—dijo viéndolo con seriedad infantil—soy una niña—sentencio como una verdad absoluta —ademas siempre duermo con mis hermanos y mi honor no esta manchado.

El príncipe la vio indeciso, el se veía así mismo como un hombre y a ella como una mujer, pero tenía razón en el hecho de que era una niña, apenas iba a cumplir 4 días de nombre.

Pero su mente y pensamientos se vieron interrumpiedos al sentir como lo jalaron de la manga de su camisa hacia la cama.

Cuando la princesa vio que la cara de su tío aterrizó en su colchón se tapo así misma y a su tio con las cobijas para estallar en risa.

—No podemos hacer esto, si nos descubren nos castigaran—exclamo con preocupación el príncipe quitándose las cobijas de encima de la cabeza con intención de levantarse viendo hacia la puerta que para su alivio seguía cerrada.

—Solo un momento más, nadie nos encontrará si nos quedamos aqui—respondio a su tío con una sonrisa después de que haya recuperado el aliento y también se haya destapado la cabeza.

El príncipe al verla así; con el cabello revuelto y como de costumbre suelto, con la cara un poco palida y sus ojos que siempre lo miraban con un sentimiento que lo hacía sentirse lo único en el mundo, sensación que nunca nadie lo habia hecho sentir; pues si madre siempre cuidaba que aegon no hiciera desastre e intentando que su hermana no se sintiera fuera de lugar. Pero lo que lo dejo fascinado fue la manera en la que el sol que entraba de la ventana le daba a la espalda a su sobrina haciendo que su cabello brillará como si estuviera viendo las escamas del dragón dorado de su hermano; sunfyre.

Podría elegir no tener un dragón a no tener a su sobrina, desde que ella se le juntaba muchas cosas cambiaron; vio que era importante, que no debía comportarse como se esperaba de el y seguiría siendo igual de importante, pero lo más importante que había aprendido era ; que su sobrina lo hacía sentir de tantas maneras y todas eran buenas.

Se dicen en las escrituras de champiñon que ese día el príncipe Aemond decidio una cosa;
meterse debajo de las cobijas con la persona correcta podría hacerte tan feliz y hacerte olvidar todo, y la más significativa ; que Aelynor era su persona especial y nadie se la quitaría.

Se dicen en las escrituras de champiñon que ese día el príncipe Aemond decidio una cosa;meterse debajo de las cobijas con la persona correcta podría hacerte tan feliz y hacerte olvidar todo, y la más significativa ; que Aelynor era su persona espe...

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Holaa, este capítulo es muy esperado por una persona a la que le quiero agradecer por el apoyo y sobre todo espera: LaylaAlvarado2

Gracias a todos por su amor, créanme que estoy agradecida por todo.

Los amo💓

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