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8×1La reina verde

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8×1
La reina verde

El día que nació Joffrey Velaryon las primeras caras que vio a los segundos que llegó al mundo fueron las de su madre, tío y hermana.

A los pocos segundos que estaban viendo al bebé fue que llegó una sirvienta un poco apenada por el pedido que iba a dar por parte de la reina.

—Majestad—dijo llamando la atención de los Targaryen —la reina ha pedido que le lleven al príncipe inmediatamente.

La habitación se sumió en un silencio tenso y las sonrisas se borraron de los rostros.

—Porque?—pregunto con todas las fuerzas que tenía, pero no obtuvo respuesta—Ayudame a vestirme—dijo a la partera que estaba detrás de ella.

—Majestad debería guardar reposo—dijo preocupada pues no había pasado ni una hora de que la princesa había entrado en parto y era peligroso que está se levantará.

—Si! Debería —respondio alzando la voz justo el momento en el que empezaba a levantarse pero antes de que se levantara completamente su hija la tomo del brazo con cuidado de no jalarlo para no tirar a su hermano de estos.

—Mamá no te deberías mover— dijo preocupada hacia la mayor quien la vio con dulzura— yo iré a hablar con la reina.

Aegon que se había mantenido ajeno a todo pensando el porque su madre le pediría eso a su hermana pero la respuesta llegó más temprano de lo que esperaba pues recordó el como su madre siempre remarcaba los rasgos de sus sobrinos y como solo eran claros rasgos de su "bastardia".

—Yo la acompañaré hermana—dijo el príncipe viendo como su hermana dudaba pero después de unos segundos en silencio sintió hacia ellos.

—Tranquila mamá , intenta descansar—dijo dándole un beso en el cachete cuando su madre se volvió acostar y estuvo a su altura.

Acto seguido tomo a su tío de la mano quien no puso protesta y salió rumbo a los aposentos de la reina con la sirvienta acompañándolos.

La princesa al ver la distancia que debía de haber recorrido su madre en ese estado se le hizo confuso; porque su abuela querría ver a su madre en vez de ir ella a verla?.

Pero cuando menos lo esperaba estaba frente a la puerta con la sirvienta tocando y aún sujeta de la mano de su tío quién parecía igual de confundido e incluso un poco molesto por algo que ella no entendía.

—Adelante— dijo la voz de la reina desde dentro y fue cuando las puertas fueron abiertas y ambos príncipes pasaron.

—Majestad—saludo la princesa haciendo una reverencia como su padre le había enseñado y a su lado su tío igual lo hacía.

—Ely—dijo la reina sorprendida pues a quíen esperaba ver era a Rhaenyra, no a su hija.

—Lamento interrumpir majestad pero mi madre está delicada por el recién parto y vengo yo a dar aviso que la partera y el maestre dijeron que ella no está en condiciones de venir—dijo viendola con su sonrisa habitual , pues apesar de estar confundida con la situación de el pedido de la reina hacia su madre.

—Oh , entiendo cariño —dijo la reina sonriendo hacia la menor— veo que te pusiste el vestido que te di—cambio de tema.

—Oh si—se tomo las puntas de su vestido y dió una vuelta sobre si—que opina abuela?

La reina ya acostumbrada al apodo sonrió enternecida, Aelynor no era como su madre o como ella; ella era una niña que no veía maldad en la gente , incluso cuando todos le habían advertido de lo que podría pasar si seguía confiando en todos ella decidía seguir confiando.

—Te ves hermosa cielo—sonrio hacia su lugar.

Cuando porfin la reina vio a su hijo a lado de la princesa vio la mirada que este le dirigía. Por lo que su sonrisa tambaleó pero intento no demostrarlo.

—Veo que han estado juntos —dijo a ambos pero sin dejar de ver a su hijo.

—Asi es madre, encontré a la princesa cuando nos avisaron de que Rhaenyra había entrado en parto — respondió con seriedad y con las manos detrás de la espalda con su ya habitual maña de lastimarse los dedos.

—Mientras no causes molestias a la princesa está bien—dijo refiriéndose a Rhaenyra pero madre e hijo sabían que más que nada era una advertencia silenciosa para no acercarse a esta.

—El tío aegon no es molestia abuela—dijo caminando hacia ella y sosteniéndose de sus rodillas— yo quiero mucho a mis tíos.

La reina volvió a sonreír sin otras intenciones a la princesa, le acomodo el cabello con una mano y sostuvo una de la princesa con la libre.

—Deberias ir a ver como sigue tu madre—dijo después de quitarle lo que reconoció como una hoja seca del cabello — solo recuerda venir después .

La princesa rio asintiendo en dirección dela reina para acto seguido despedirse junto a su tío y ambos partir en dirección a los aposentos donde la heredera descansaba.

Cuando llegaron vio a su padre cargando al bebé y a sus hermanos intentando verlo.

—Mamá—dijo la princesa llamando la atención acercándose a su madre quién estaba en bata y pudo notar que la habían limpiado totalmente.

—Oh mi luna linda—llamo la princesa a su hija que se fundió en un abrazo con su madre.

—La reina dice que descanses—dijl sonriendo a su madre quién estaba un poco sorprendida de que su ex amiga haya accedido a su hija.

—Gracias amor mio—dijo viendola con gratitud .

—Ely, tío aegon—llamo su hermano Lucerys—miren el huevo de dragón que escogimos para Joffrey.

Ambos vieron el huevo que reposaba en una cápsula que fue abierta por sir Harwin Strong, guardia juramentado de su madre; a decir verdad queria mucho a ese hombre, siempre le ayudaba a robar galletas y ocultaba la evidencia, ademas que los cuidaba mucho y parecia que queria mucho a su madre.

—Es muy lindo —dijo la princesa viendo el huevo con una sonrisa y mirada anhelante.

—Nada mal con esos gustos sobrinos—bromeo el tío a sus sobrinos despeinado al que tenía más cerca; Lucerys.

—Tiooo—dijo o más bien se quejo el menor intentando que su tío lo dejara mientras este se reía junto al primogénito de la princesa.

—Papá— dijo acercándose a su padre mientras los 3 niños seguían jugando entre ellos.

—Que pasa mi cielo —pregunto pasándole el bebé a Sir Harwin Strong quien lo recibió con una sonrisa y una mirada demasiado brillante.

—Cuando podemos volar?—el ver el huevo de dragón de su hermano la habia hecho sentir anhelante de sentir el aire chocando con su rostro.

—Que te parece mañana—le propuso su padre alznadola en brazos sin importarle que su esposa lo viera mal.

—Tiene clases con la septa—recordo a su marido.

—Siempre tiene clases—dijo viendola con una sonrisa divertida—que falte a una clase no afecta en nada.

La princesa al ver que no podía negarles por esa vez que volaran decidió dejarlos ser.

 La princesa al ver que no podía negarles por esa vez que volaran decidió dejarlos ser

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