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POV Esteban

Volver a ver a Francisco después de todos esos meses tuvo un peso muy importante para mí, en mi vida.
sabía que lo extrañaba, desde que se fue las cosas no estaban bien, me sentía cansado todo el tiempo, sin ganas de nada; solo podía trabajar y el trabajo se había vuelto una rutina que odiaba, cosa que nunca me había pasado antes.

Pero volver a verlo me devolvió algo que había perdido cuándo él se fue, estaba contento y enérgico, y tenía que morderme los dedos para no escribirle o llamarlo, él me había dicho que lo iba a pensar, que me llamaría y yo no quería presionarlo, le daba espacio esperando que decida volver a elegirme, rogando que asi fuera.

Sin embargo los días habían pasado y no tenía noticias suyas.
lentamente la ilusión de volver a estar con él se fue disipando; dejé de esperarlo y volví a enfocarme en el trabajo y en soportar las reuniones con mi padre, que pese a estar controlandome como nunca antes, seguía cuestionandome en todo.
Él había estado muy enojado cuándo le comunique que Delfina y yo habíamos "terminado" pero se las ingenio para volver a ponerme en regla, según Él.

Según él, un alfa de casi treinta años no podía seguir soltero, daba malas ideas a los demás, asi que no tardó en prácticamente obligarme a empezar a salir con Sol.

Sol era una omega hija de un importante terrateniente, conocido de mi padre. Nos conocíamos de niños y siempre habían intentado emparejarnos sin éxito.
ahora ambos habíamos aceptado salir en algunas citas, pero nuestras intenciones eran distintas.
yo lo hacía para que mi padre no se enoje ni dude de mis gustos.
ella lo hacía porque estaba enamorada de mí.

No parecíamos una pareja, éramos más bien dos amigos que salían una vez por semana a cenar.
pensaba que podia mantenerlo así por un tiempo, hasta decirle a papá que no funcionaba y ahí pasaría a otra, lo único que me importaba era mantenerlo callado, estaba bajo mucha presión.

Pero como casi todo, las cosas se fueron de mis manos.
en la tercera cena con las dos familias nuestros padres estuvieron de acuerdo en que nos teníamos que casar.

Me parecía ridicula y absurda la idea de un matrimonio arreglado en pleno siglo XXI, pero no pude decir nada, tuve que aceptarlo y como Francisco ya no estaba en mi vida me parecía que era lo mejor, no había nadie que sufriera, Sol tenía lo que quería al igual que toda la familia, yo ya no tendría que soportar las sospechas de mi padre que me hacían sudar frío, todos serían felices, excepto yo pero a esas alturas ya había perdido lo que más queria, ¿que más daba?.

●●●

Estaba en la oficina, sofocado por el trabajo, cuando el teléfono sonó.
Sol gustaba de llamarme,pese a pedirle que no lo hiciera en horario laboral, asi que lo ignore y seguí con lo mío.
Cerca del mediodía, cuándo pensaba en que almorzar, tomé el celular habiendo olvidado por completo la llamada y mi respiración se detuvo unos segundos al ver que quién me había llamado no había sido ella,si no él.

¿debía devolverle la llamada? ¿tenía que esperar? me sentía un adolescente nervioso ante sus primeras citas.
Decidí llamarlo yo y disculparme por no atender antes.
el tono sonó dos veces y entonces su voz viajó hasta el medio de mi mente

-perdón por llamarte antes, lo hice cuando iba entrando a mi trabajo

-¿entras a las once de la mañana?

-...entro a las diez, pero el dueño es amigo de mi padre

sonreí, nunca había conocido a nadie tan impuntual como Francisco.
hablamos un poco de cosas al azar, con algunos silencios de por medio.
no importaba, me gustaba escucharlo reír o contarme como iba aprendiendo a hacer distintos tipos de cafés; iba a mencionar que no parecía un empleo para él, pero decidí callarme.

Siempre nuestro: Francisco x EstebanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora