CAPÍTULO XLIII

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EL JUEGO DE LA PERDICIÓN

Han pasado ya una semana desde que Sinose vio por última vez a Yuzhe. Chell está angustiada y pregunta:

—¿Cuándo volverá, Yuzhe?

Sinose mira la tristeza de la pequeña, acaricia su cabello y sale con ella a buscar a Yuzhe en la ciudad.

Yuzhe, que viste una polera blanca, chaqueta, pantalón y zapatos negros, tiene su cabello teñido de negro. En sus manos trae unos dados para un juego. La familia Boyles es conocida por jugar todo tipo de juegos y ganar. Han enviado a muchos de sus enemigos a la locura y a la muerte. No pensó volver a hacer eso.

Camina por la ciudad que huele a tierra mojada. La lluvia moja su cabello y, sin querer, el chico choca con una persona.

—Hey, ten más cuidado.

Yuzhe mira al hombre con una mirada amenazante y esto asusta al sujeto, que se va callado del lugar. El chico llega al hotel donde se hospeda ese sujeto, entra y sube al elevador al piso número cinco. Llega y camina por el pasillo hasta la habitación cincuenta, patea la puerta y la saca del lugar. Entra y empieza a buscar a esos sujetos.

—Yuzhe Yuya, te estaba esperando —dice Rogers en la oscuridad.

Enciende la lámpara e ilumina un poco el sitio. Está sonriendo con maldad.

—Quiero hacer esto rápido, tengamos un juego, ahora mismo.

—¿Un juego? Suena interesante.

—Las reglas son simples: con este dado nos tiene que dar un número menor; si nos da grandes, perdemos.

—¿Y si yo gano?

—Me quito la vida, es tradición familiar.

Yuzhe sonríe y deja el dado en la mesa. Rogers toma el dado y lo tira; rueda y cae con el número dos. Sonríe. Es el turno del chico. Arroja el dado, rueda y cae en el número uno. Es el turno contrario y arroja el dado, que le da el número cuatro. Yui lo toma y lanza el dado, que cae en el número dos. Esto enoja a Rogers porque siente que las probabilidades están del lado del chico.

—Vamos, dale, yo esperaré.

El chico toma el dado y lo arroja a la mesa. Gira y aparece el número tres.

—Tu turno.

Rogers toma los dados y los mira con mucha atención. Está nervioso y tiene miedo de fallar. Cansado de este juego, se lo arroja a la cara del chico y el dado cae en la mesa, dándole el tres.

—Creo que gané.

—No estés tan seguro, mira bien—Dice Yui con una sonrisa.

Rogers mira el dado y ve que está partido por la mitad. En el otro muestra seis. Yui lo había partido con la piedra del collar. El chico, lleno de rabia, agarra al enemigo del cuello y lo levanta, lo está ahorcando con fuerza. En su brazo y mano aparece un brazal y guantelete blanco y plateado.

—No importa que liberes al Árbol, al fin y al cabo te derrotaré de todos modos —dice Yui con una sonrisa despiadada.

—¿Qué quieres? Te lo daré, pero perdona mi vida —dice Rogers aterrado.

—¿Perdonarte? Cuando tú golpeaste a Yuzhe para evitar que cancele el torneo, tus actos le costaron la vida a la amiga de mi enemigo.

Aprieta más el cuello del ser y Rogers mira con preocupación.

—Dime, ¿dónde está Revulsion? —pregunta Yui, intimidante.

—Él ahora mismo se encuentra en Scrap-Junk.

C.U.B.E: NAZCA LINE [EDITADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora