UNA NUEVA OPORTUNIDAD
—¿De verdad estás bien, Yuzhe? —pregunta Sinose, preocupado.
—Sí, no te preocupes. Solo debo descansar unos días más —responde Yuzhe. Observa a su amigo y mira sus dedos vendados. Luego, pregunta:
—¿Cómo está Chell?
—Ella está bien. Está en mi habitación durmiendo. Tuvo una noche pesada; no dejaba de llorar.
—Es solo una niña. Spiral mató a su abuela. Lo siento mucho por ella…
Hay un silencio en la habitación, y Yuzhe pregunta:
—¿Y si…?
—No, Yuzhe. Somos adolescentes aún, y no tendríamos tiempo de cuidarla porque estamos estudiando.
—Sinose, ella necesita a alguien que pueda cuidarla, y nosotros somos lo único que podemos hacer eso.
—¿Estás delirando? —pregunta Sinose, preocupado.
—Claro que no. Pero, ¿qué dices?
—Lo mejor sería llevarla al orfanato, pero como viene de Scrap-Junk y ellos no tienen ningún derecho… No lo sé. ¿Estamos seguros de que queremos ser padres a temprana edad?
—Yo sí —responde Yuzhe con una sonrisa serena.
Sinose suspira y, con calma, dice:
—Está bien. Ahora solo descansa. Vendré a verte más tarde. Yo cuidaré de Chell.
—Gracias.
Sinose besa la frente del chico y se va del lugar, cerrando la puerta despacio.
Chell está en la habitación del chico, mirando por la ventana a los alumnos hablar. Se siente muy triste porque perdió a la única persona que tenía en el mundo. Siente la puerta abrirse, se da la vuelta con miedo y ve al hombre con un recipiente de comida.
—Tranquila, pequeña. No te haré nada. Solo quiero que comas algo —dice Sinose, calmado.
—No quiero comer —dice Chell, triste.
—Debes hacerlo o no te sentirás bien. Ven aquí.
Sinose se sienta en su cama y espera a la pequeña. Ella se acerca con nervios y toma asiento a su lado.
—¿Por qué tiene que suceder esto? —pregunta Chell, triste—. Yo no hice nada, y mi abuela tampoco.
Sinose solo mira a la niña, la abraza para calmar sus penas y dice sereno:
—No te preocupes, pequeña. De ahora en adelante, nosotros seremos tu nueva familia.
Le ofrece la mitad de un pastel de chocolate, y la pequeña come con mucha tristeza, sus lágrimas caen sobre el pastel.
Tres semanas después, en el hospita.
Archie abre su único ojo y se encuentra en una habitación de hospital, conectado a muchas máquinas. Mira a la enfermera, quien llama al doctor de inmediato para que lo revise.
<<¿Por qué estoy vivo?>>
El doctor llega y examina al paciente. El único defecto que tiene es que le falta el ojo derecho.
—Siéntete afortunado. La bala solo perforó tu ojo derecho —dice el doctor, aliviado.
Él se retira, dejando a su paciente intentando asimilar lo sucedido.
<<Yo debería estar muerto… Mi hijo está muerto por mi culpa.>>
Entra en la habitación el oficial Steins, llevando un ramo de flores. Las coloca en el florero y se sienta en la silla. Observa a su amigo aliviado.
—Gracias a Dios estás bien. Los de la prisión estaban muy preocupados.
—¿De qué sirve estar vivo? Maté a mi único hijo —dice Archie, triste y con lágrimas.
Steins se preocupa y dice:
—Yo también lo extraño, pero él luchó para liberarte de ese ser que te controlaba. Acepta esta salvación como una segunda oportunidad.
Archie mira al hombre y se pone a llorar. Steins lo abraza con fuerza, ofreciéndole su apoyo y haciéndolo sentir seguro.
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En una mansión abandonada, los pilares están sentados alrededor de una larga mesa. La tensión en la habitación es palpable; están furiosos porque no han logrado avanzar en sus planes.
—¿Y qué hay del colibrí? —dice el Árbol, molesto.
—Tranquilo, ella está asimilando su nueva naturaleza. Pero no te preocupes, atacará cuando llegue el momento —responde Alcatraz con una sonrisa siniestra.
—Esperemos que así sea, Alcatraz. Ya hemos perdido a dos de nuestros pilares —añade la Araña, con seriedad.
El grupo se mira entre sí, compartiendo una complicidad, y luego desaparece en las sombras, dejando la mansión abandonada.
Mientras tanto, Karin se encuentra en el baño, mirándose al espejo. La preocupación por el bebé que lleva dentro la atormenta. ¿Estará también lleno de maldad? Se pregunta, y su reflejo en el espejo parece distorsionarse, tomando una forma oscura. Asustada, se refugia debajo del lavamanos.
—No quiero verte. Sal de mi cuerpo —susurra, con los ojos oscureciéndose y un tono naranja.
En ese momento, Nami entra al baño.
—¿Estás bien? —pregunta, preocupada.
Karin se levanta, intentando ocultar su temor, y responde con calma:
—Estoy bien, no te preocupes.
Sale del baño y se dirige a la clase del profesor Holly. Nami la sigue con la mirada, inquieta por la nueva asistente.
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C.U.B.E: NAZCA LINE [EDITADA]
Ficțiune științifico-fantastică**SINOPSIS** Yui Boyle era un chico que lo tenía todo hasta ese fatídico día en que perdió a su hermano mayor. Cortó lazos con su familia. Ese mismo día fue testigo de un suceso en el que misteriosos cubos cayeron del cielo. Tras adquirir uno, nunca...