Buenas noches, Jungkookie.

27 7 0
                                    

Taehyung inhala profundo y exhala lentamente. Su mirada está clavada en una de las paredes, incluso si su visión es nula gracias a la oscuridad de la noche. Se voltea por tercera vez en la cama, buscando una calidez que, como de costumbre, no encuentra. Sus ojos se encharcan y unas cuantas lágrimas salen rodando.

Se siente vacío. Se siente mal. No obstante, no puede hacer absolutamente nada por cambiar su situación.

O tal vez sí.

Abraza la almohada, al mismo tiempo en que sorbe su nariz. La frialdad en el cuarto aumenta tras percibir el otro lado de la cama hundirse, dando a entender que alguien se ha situado allí.

—Tae... —los sollozos en el aludido no se hacen esperar—. Por favor...

—No, Jungkook. Hoy no.

Pero Kook igualmente comienza a llorar. La tristeza en su "alma" es apreciable en toda la habitación. El muchacho chilla alto, ocasionando que Taehyung quiera tapar sus oídos en el proceso.

—Por favor... —suplica—. Por favor...

Kim niega frenéticamente, por poco al borde del colapso. Asimismo, su respiración se acelera peligrosamente.

—¡Por favor! —como es de esperarse, las gotas de lluvia comienzan a golpear la ventanilla; unos que otros relámpagos alumbran el panorama—. Por favor...

—Estoy cansado, Jungkook —se lamenta entre gimoteos—. Estoy cansado de esto, mi amor.

—Por favor... —sin embargo, el mayor vuelve a negar. Cabe destacar que en ningún momento ha cruzado miradas con el menor—. No me gusta dormir solo...

—Tendrás que aprender. —Espeta.

Gritos de dolor se escuchan por toda la residencia. Taehyung no evita esta vez tapar sus oídos, mientras tensa su mandíbula y trata de convencerse de que es lo mejor.

Por supuesto que es lo mejor tanto para Jungkook como para él.

—Una noche más... por favor... —insiste Jeon. Su voz se escucha lejana, casi ininteligible—. Por favor... No me gusta dormir solo. —Repite—. No me gusta, Tae, no me gusta...

Incapaz de negarse, el mayor se levanta bruscamente y sin vacilación alguna sale al jardín por la puerta trasera. La lluvia lo empapa, mas él le resta total importancia. Corre unos cuantos centímetros, al menos los suficientes hasta hallarse en medio de dos árboles y una lápida.


«Jeon Jung Kook

1997 - 2018».


Se deja caer al césped, el cual está empantanado. Sus brazos rodean la tumba, como queriendo informar que se encuentra ahí.

—Aquí estoy, Kookie —musita—. No dormirás solo esta noche. Ya no llores, mi amor.

Jungkook odiaba dormir solo. Eso ni siquiera cambió en cuanto murió. Y Taehyung, con el gran amor que siempre le tendrá, es insuficiente a no acompañarlo incluso si tiene que dormir como un perro en noches de tormentas.

Este niño tiene sueño, tiene ganas de dormir, tiene un ojito cerrado, el otro no lo puede abrir. Duérmete mi niño, duérmete mi sol, duérmete pedazo de mi corazón —canta dulcemente. Como por arte de magia, la paz y la alegría parecen haber llegado al lugar—. Buenas noches, Jungkookie.

DATKSS © vkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora