La belleza es subjetiva.

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«Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla». —Confucio.


Todos decían que Taehyung era hermoso.

Su rostro era perfectamente simétrico, poseedor de características que un tercio de las personas en la calle voltearían a mirar. Sus ojos, solo uno con doble párpado y una profundidad desafiante, eran uno de sus principales alicientes. Su nariz, sus labios, su sonrisa, sus cejas... Todo parecía estar en la posición correcta para hacer de su cara una de las más preciosas. Los pequeños detalles, aquellos como la forma en que ordenaba su cabello o su estilo a la hora de vestir, remataban en su encanto y en la fascinación que todos clamaban tener hacia él.

Para Jungkook, sin embargo, Taehyung no era la gran cosa.

Siendo un "pintor" con debilidad hacia las "cosas bonitas", podía asegurar que Taehyung no le causaba nada. Su sonrisa no le causaba nada. Su mirada no le causaba nada. Cuando aquellos ojos se posaban encima suyo casi como si quisiera arrancarle el alma o arrastrarlo hasta el infierno, lo único que conseguía era que Kook descendiera su cabeza a su dibujo, dispuesto a darle acabados que dos segundos atrás no hubiese pensado en darle.

Tal vez todos eran demasiado superficiales o él era demasiado raro, porque desde que tenía memoria no recordaba un momento en el que estuvo de acuerdo con alguien en lo que a una persona "hermosa" se refería. Casi se obligaba a sí mismo a analizar; a intentar hallar lo que todos decían que era "hermoso", pero insistía en eso de que él no veía nada más que... apariencia. Una apariencia fría y vacía que con el tiempo desaparecería.

Tenía otros intereses. Intereses complejos que ni siquiera él podría explicar. Intereses que iban más allá de una buena fachada. Era como -por poner un ejemplo- un cofre del tesoro: no importa cuán lindo sea el baúl, lo verdaderamente valioso e interesante lo vas a encontrar por dentro.

Literalmente por dentro.

El pincel en su mano derecha se deslizó por el lienzo mientras dibujaba la divinidad de Kim Taehyung. Olvidándose de sus ojos, su preciosa sonrisa y su angelical voz, Jungkook por fin había encontrado la belleza en sus órganos.

Era una persona curiosa que siempre estaba en busca de respuestas. Quería entender la belleza; lo que la componía. Dibujó la piel de su estómago completamente abierta, de vez en cuando tocando la textura. Estaba tocando la piel que todos decían era hermosa, no obstante... También era débil.

¿Por qué algo tan hermoso es débil?

Dibujó su cabeza decapitada, incrédulo a pensar que algo como eso alguna vez hubiese tenido vida o se hubiese movido por sí sola. ¿No debería la belleza ser indestructible? ¿Por qué algo tan hermoso ahora lucía tan... frágil y debilitado? ¿Por qué para todos era tan importante la belleza cuando con un simple disparo podía echarse a perder?

No entendía. No entendía nada. No entendía la perspectiva de los demás, y la suya parecía tan complicada...

Dibujó su cerebro a simple vista gracias a la apertura que le había hecho previamente a su dirigente. Igualmente encontró increíble que alguna vez por allí hubiesen pasado pensamientos e ideas propias. Ahí era donde se encontraban los sentidos de Taehyung. Ese cerebro había almacenado información, y eso le parecía inconcebible. ¿Cómo es que con un disparo un órgano de esa magnitud podía arruinarse?

Dibujó sus manos, aquellas que días atrás se movían y tomaban cosas. Ahora estaban quietas, igual de hermosas y tiesas.

Dibujó. Dibujó todo lo que pudo y eso solo ocasionó que a su cabeza llegaran más preguntas.

Era un tipo extraño, sí; lo era, pero también era mucho más profundo que el montón. El ser humano era fascinante. Para él no había gente fea o bonita, solo había fachadas. Fachadas que necesitaba entender. ¿Por qué la forma de sus ojos? ¿Por qué la forma de su boca? ¿Por qué caminaba así? ¿Por qué se expresaba así? ¿Cómo hacía gestos? ¿Cómo pensaba?

Era alucinante estropear la belleza de alguien con algo tan simple como lo era un proyectil de metal, pero era aún más alucinante acabar con la vida de alguien con algo tan simple como lo era un proyectil de metal. Jungkook encontraba la belleza en eso: en la fragilidad de la complejidad. Alguien tan hermoso y con tantas funciones ya no servía...

¿Por qué? ¿Por qué era tan fácil terminar con algo -alguien- de esa dimensión?

Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla. Y Jungkook veía más allá -mucho más allá- de una cara bonita.

DATKSS © vkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora