03: Lo Demás Mañana.

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Wade respiraba cada vez con más dificultad, tratando de no moverse demasiado. No quería despertar a su "gatito gruñón", Logan, que dormía profundamente sobre su pecho, aferrándose a él como si fuera la única cosa que lo mantenía anclado en el mundo. Pero, maldita sea, Wade tenía una necesidad urgente de orinar. No había forma de que se dejara llevar tanto como para mojarse los pantalones, pero tampoco podía negar lo bien que se sentía tener a Logan aplastándolo, su cuerpo cálido presionado contra el suyo.

Wilson hizo una mueca. El dilema entre levantarse o quedarse allí, disfrutando de ese momento único, lo estaba volviendo loco.

—Maldición, Wade, no te puedes mear encima ahora —murmuró para sí mismo.

Con cuidado, levantó una mano y acarició suavemente la mejilla de Logan, sus dedos trazando el contorno de su mandíbula con una ternura que rara vez se permitía mostrar. Wade nunca había sido de los que se tomaban en serio las emociones, pero algo en Logan siempre lo hacía detenerse, lo hacía sentir... diferente.

—Logan... Logan, despierta, necesito moverme o vamos a tener un pequeño accidente aquí —susurró, inclinando su rostro hacia el mutante, tratando de no reírse.

Logan frunció el ceño en sueños, gruñendo levemente, pero no se movió ni un centímetro. Wade suspiró. Era increíblemente adorable cuando dormía, como un gran felino domesticado, pero no había tiempo para contemplaciones.

—Vamos, Lobito, no querrás que te despierte de una manera menos agradable —dijo con una sonrisa torcida, esta vez con un tono más insistente mientras seguía acariciando su mejilla.

Logan se movió apenas, apretándose más contra él, y Wade soltó una risa baja. "Este cabrón no va a despertarse tan fácil", pensó, sabiendo que iba a tener que hacer algo más drástico si no quería pasar por un momento incómodo.

Wade sonrió de lado, sabiendo que iba a tener que tomar medidas más drásticas si quería liberar su vejiga sin despertar en una situación incómoda. Con una mezcla de diversión y picardía, se inclinó hacia el cuello de Logan, dándole un mordisco suave, justo donde sabía que más lo irritaría, seguido de un beso rápido.

Logan reaccionó al instante, su cuerpo tensándose y soltando un gruñido bajo, como el de un animal molesto. Con una mano, se llevó instintivamente al cuello, tocando el sitio del mordisco mientras su mirada se oscurecía. Todavía medio dormido, le lanzó una mirada de advertencia a Wade, claramente irritado.

—¿Qué demonios crees que estás haciendo? —gruñó Logan, con esa voz ronca que solía usar cuando estaba entre molesto y confundido.

Wade no pudo contener la risa y levantó las manos en señal de paz.

—Hey, tranquilo, Lobito. No es lo que crees. Solo intento salvar mi dignidad... y las sábanas —bromeó Wade, señalando con una mirada juguetona hacia abajo—. A menos que quieras una escena algo... húmeda aquí.

Logan frunció el ceño y rodó los ojos, soltando un suspiro pesado mientras se apartaba con pereza de encima de Wade.

—Eres un maldito imbécil, Wade. —Logan se llevó la mano al rostro, todavía algo somnoliento, pero finalmente le permitió levantarse—. Ve, antes de que te mate de verdad.

Wade se levantó rápidamente, lanzándole una mirada burlona antes de correr hacia el baño.

—Me encanta cuando te pones todo protector y gruñón —soltó desde la puerta, antes de desaparecer con una sonrisa.

Cuando Wade salió del baño, encontró a Logan apoyado en la pared, con los brazos cruzados y los ojos cerrados. A pesar de su postura firme, estaba claro que aún seguía medio dormido, el cansancio pintado en sus facciones. Wade lo miró de pies a cabeza, apreciando lo vulnerable que se veía por una vez, sin su habitual actitud feroz de "nada me afecta".

Enamorado Tuyo (Poolverine).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora