𝗠𝗔𝗥𝗩𝗘𝗟 || ❝𝑑𝑒𝑏𝑒 𝑠𝑒𝑟 𝑎𝑔𝑜𝑡𝑎𝑑𝑜𝑟 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑎𝑝𝑜𝑦𝑎𝑟 𝑎𝑙 𝑎𝑛𝑡𝑖ℎ𝑒𝑟𝑜𝑒❞
¿Y si en este universo Gwen Stacy es una maniática, psicópata y peligrosa en Queens?
Si te gustaría ver eso, te invito a leer esta desopilante hist...
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Cuando Gwen y Spiderman consiguieron todo, volvieron al departamento de la rubia. Spiderman estaba sentado jugando con sus telarañas mientras la chica, con una peluca rubia puesta, se maquillaba todo el rostro.
Cabe recalcar que el arácnido estaba en contra de los robos que cometió Gwen para conseguir todo, pero era para un bien mayor.
Stacy dejó de maquillarse al sentir que ya había terminado y se quedó callada ante su aspecto. Su corazón debajo de su ojo derecho que se había tatuado ya no estaba, ni sus sombras rosas y azules que decoraban sus ojos y ni que hablar de su cabello que ahora era rubio claro hasta su cintura para tapar su verdadera identidad. Se sentía hermosa por primera vez... por primera vez no estaba despreciandose.
—...Ya terminé, supongo.— dijo.
—¿Hm?— Spiderman volteó su cabeza y se calló al verla distinta.
Más allá de su cabello y su nuevo maquillaje, también había cambiado su ropa a una más decente. Llevaba una camisa blanca, arriba una chaqueta negra, unos jeans gastados y unas zapatillas.
—¿Cómo me veo?— preguntó algo... expectante.
—...Te ves...t-te ves bien.— respondió casi embobado por lo que estaba viendo.
Gwen sonrió sin evitarlo.
—¿Vas a decir tú nombre?— dudó Spiderman.
—Me llamo... me llamo Maxine.— eligió su segundo nombre para no revelar todo su nombre.
—...Vaya, que nombre original. Está bien, te encontrarás con Peter en la estación de trenes.— dijo.
—Okay...— aceptó y Spiderman se fue.
[...]
Gwen estaba esperando algo nerviosa en la estación. No sabía lo que le esperaba, era la primera vez que tenía que comportarse como una adolescente común y corriente tratando de ignorar las voces de su cabeza que le decían que haga lo contrario.
Si, su cabeza estaba muy mal.
—Ho-hola, ¿tú debes ser Maxine?— una voz casi masculina hizo que volteara. Era un chico bastante atractivo para su opinión con camisa a cuadros y una mochila.
—¿Cómo sabes mi nombre?
—B-bueno, m-mi amigo Spiderman me lo dijo.— respondió rápidamente nervioso. Ahí fue cuando Gwen se dió cuenta que era ese Peter.
—Ah, tú eres Peter Parker. Un gusto. ¿N-nos vamos?— tartamudeó ante los nervios al igual que el. Ambos no querían cometer errores. Caminaron en busca del autobús.— Debe ser extraño trabajar con alguien como yo, ¿no?
