En el palacio de Mirkwood, la atmósfera era tensa. TN, la esposa de Thranduil, observaba a su esposo desde la distancia mientras él se reunía con Thorín. Su relación, un matrimonio por conveniencia, se sentía fría, a pesar de que ambos tenían un afecto oculto. TN pasaba mucho tiempo entrenando con Legolas y Tauriel, aprendiendo a controlar sus poderes recién descubiertos. A veces, ese secreto la hacía sentir más distante de Thranduil.
Mientras los elfos celebraban en el gran salón, TN se sintió inquieta. Sabía que los enanos estaban encerrados y sentía una necesidad de saber más sobre ellos. Su curiosidad la llevó a explorar el palacio. Cuando se acercó a la prisión, escuchó voces conocidas.
Thorin, Dwalin, Kíli, Fili, Bombur, Balin, Dori, Nori, Ori, Oin, Gloin, Bifur y Bofur estaban ahí, discutiendo su situación.
Thorín: - No podemos quedarnos aquí. Debemos encontrar una forma de escapar. -
Nori: - Pero sin armas y con guardias por todas partes, ¿cómo lo haremos? -
TN, sin ser vista, se acercó a las celdas. Se sintió aliviada al ver que estaban bien, aunque preocupados. Sin pensarlo, decidió hablarles.
TN: - No se asusten, soy TN, la esposa del rey. He venido a ver cómo están. -
Balin frunció el ceño, pero Thorin, al reconocer su voz, mostró interés.
Thorin: - ¿Por qué te importa lo que nos pase? -
TN: - Quiero ayudarles. Sé que están en una situación complicada y... tengo información. Pero debo ser rápida. La celebración distraerá a los guardias. -
Bofur: - ¿Cómo podemos confiar en ti? -
TN: - No tengo intención de traicionarles. Thranduil puede ser duro, pero no quiero que esto termine mal. Además, he escuchado que hay un camino secreto que lleva fuera del palacio. -
En ese momento, Bilbo apareció, con el anillo aun brillando en su bolsillo. Sin ser visto, se había hecho con las llaves de la celda, pero al ver a TN ahí se sorprendió.
TN: - Oh, eh, no te preocupes les ayudaré, abre las celdas rápido. - Bilbo se acercó rápidamente, abriendo la celda.
Bilbo: - ¡No hay tiempo! ¡Salgan antes de que alguien nos vea! -
Mientras los enanos salían uno a uno, TN hizo una señal a Bilbo para que la siguiera. Sabía que su ayuda podría ser crucial. Sin embargo, un ruido inesperado los alertó. Un guardia se acercaba.
Thorín: - ¡Rápido, por aquí! -
Todos se deslizaron por un pasillo estrecho, guiados por TN, que conocía bien el palacio. La tensión aumentaba con cada paso. Finalmente, llegaron al almacén de vinos, ahí los enanos se escondieron en barriles y mediante a una palanca se abrió una puerta en el suelo la cual los lanzo a un río, así logrando escapar, aunque varios guardias ya estaban pisándoles los talones. TN se dirigió escaleras arriba para verificar que todo haya ido con éxito.
En ese instante, Thranduil, que había sentido que algo no estaba bien, apareció en el pasillo. Su mirada se posó en TN, quien contenía la respiración.
Thranduil: - TN, ¿qué haces aquí? -
TN sabía que debía ser astuta. Con una voz calmada, respondió:
TN: - Solo estaba revisando las celdas. -
Thranduil miró hacia la celda vacía, luego a TN. Una mezcla de frustración y preocupación cruzó su rostro, pero no tenía pruebas.
Thranduil: - ¿Escaparon? -
TN contuvo la respiración e intento responder con tranquilidad.
TN: - Si, pero los guardias ya los están persiguiendo, no te preocupes, pronto estarán aquí. -
Thranduil se mantuvo al margen, pero en su mirada se veía la frustración. Le dio la espalda a TN y se retiró con pasos pesados llenos de furia.
La tensión en el palacio de Mirkwood era palpable. TN, al regresar a su habitación tras la confrontación con Thranduil, sintió una mezcla de alivio y ansiedad. Había logrado ayudar a los enanos, pero a costa de aumentar la desconfianza de su esposo. La frialdad de su matrimonio se hacía más evidente cada día, y cada vez que cruzaban miradas, había un abismo de palabras no dichas entre ellos.
Mientras se sentaba en su escritorio, TN recordó las historias de Erebor que había escuchado de los ancianos en el palacio. Su mente viajaba a las leyendas sobre el dragón Smaug, su codicia y su devastadora fuerza. Necesitaba más información. Los enanos, aunque guerreros valientes, estaban en una situación precaria, y si su plan de liberar a los enanos había funcionado, podría haber más maneras de ayudarles.
En la sala del trono, Thranduil no podía dejar de pensar en la inesperada visita de TN a las celdas. Su corazón se debatía entre la razón y la emoción. La frustración por su comportamiento lo consumía, pero también había un destello de preocupación. Sabía que TN era astuta y poderosa, aunque había mantenido sus habilidades en secreto. Sin embargo, empezaba a preguntarse si su esposa había estado jugando un papel más importante del que él imaginaba.
Mientras tanto, TN decidió acercarse a Tauriel, quien siempre había sido su aliada en el palacio. La guerrera elfo la recibió con una sonrisa, aunque podía ver la inquietud en los ojos de TN.
Tauriel: - ¿Qué sucede? - preguntó Tauriel, notando la tensión en la atmósfera.
TN: -He ayudado a los enanos a escapar. Pero ahora, Thranduil no confía en mí. Siento que su frustración crece.
Tauriel: - Es un rey difícil de manejar. Pero si tienes información sobre Erebor y el dragón, quizás podamos convertir eso en una oportunidad.
TN asintió. La idea de investigar el dragón se convirtió en su siguiente misión. Si lograba descubrir un punto débil en Smaug, podría ayudar a los enanos a recuperar su hogar y, al mismo tiempo, ganar la confianza de Thranduil.
En las semanas siguientes, TN comenzó a explorar las antiguas bibliotecas del palacio. Se pasaba horas entre tomos de historia, cartas de exploradores perdidos y relatos de héroes que habían enfrentado al dragón. Cada fragmento de información la acercaba más a un plan, pero también aumentaba su preocupación. Thranduil había empezado a observarla con recelo, y su relación se volvía cada vez más tensa. Las noches en las que solían compartir historias se llenaban de silencios incómodos y miradas desafiantes.
Una noche, TN se armó de valor y decidió confrontar a Thranduil. Se acercó a su despacho, donde él revisaba documentos de la corte. El ambiente estaba cargado de tensión, y el brillo de las antorchas parecía danzar a su alrededor.
TM: -Thranduil. Necesitamos hablar.
El rey levantó la vista, y por un momento, la frustración en sus ojos se convirtió en curiosidad.
Thanduil: - ¿Sobre qué? —preguntó, sin ocultar su desdén.
TN: - Sobre los enanos. Sobre Erebor. He estado investigando. Si realmente quieres proteger este reino, debemos actuar antes de que Smaug cause más estragos. -
Thranduil la miró, sorprendido por su audacia. La forma en que su esposa hablaba de los enanos y del dragón revelaba un lado de ella que él había olvidado. Pero la desconfianza seguía latente.
Thranduil: - ¿Por qué debería confiar en ti? - inquirió Thranduil, su voz fría.
TN: - Porque no estoy aquí solo por ti, sino por todos nosotros. Hay algo más en juego, y si seguimos separados, no sobreviviremos. -
respondió TN, sintiendo que la verdad de sus palabras podría ser la clave.
Thranduil: - Por qué quieres ayudarlos? Ellos se lo buscaron. No es nuestro problema. -
TN: - Pero necesitamos detener esto por... -
Thranduil: - He dicho que no. Vete a tus aposentos. -
TN lo miró con decepción antes de salir. Una grieta más en la relación, ahora estaban más distantes que nunca.

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𝓓𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓪𝓭𝓸𝓼 𝓪𝓵 𝓪𝓶𝓸𝓻 (𝚃𝚑𝚛𝚊𝚗𝚍𝚞𝚒𝚕 𝚡 𝚃𝙽)
FantasyUn rey poco conocido en la tierra media está en quiebra, su única escapatoria de la desgracia es comprometer en matrimonio a alguna de sus dos hijas con un hombre poderoso, pero ¿quién será ese hombre? ¿A quién de las dos comprometerán? ¿Aceptara ca...