La Legión de las Damas

capítulo 5

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Una vida para recordar

Christian.

Al llegar a la reunión con Sophia, me sorprende la profunda insatisfacción y frustración que siente en su trabajo. Escuché con atención la conversación que tuvo con la secretaria de su padre, lo que evidencia la tensa relación que mantiene con ellos.

Siento un gran pesar al notar el cambio en su tono de voz y su actitud distante, lo que me genera preocupación.

Estoy convencido de que puedo conquistarla, y esa promesa transformará su vida. Me comprometo a cumplir con todo lo que soñamos en nuestra juventud. Le ofreceré una vida memorable para que nunca me olvide.

En nuestro segundo encuentro tras tanto tiempo, logro persuadirla para que nos demos una oportunidad. Conozco sus gustos, lo que la incomoda, su independencia, sus sueños y los lugares que solíamos visitar, así como sus estados de ánimo.

Nos marchamos con el objetivo cumplido. Me siento satisfecho, ya que Sophia aceptó sin problemas. Ahora debo esforzarme por alejar al tal John de su vida, y eso comenzará esta noche.

Es una curiosa coincidencia que el restaurante al que me dirijo esta noche sea el mismo donde cené anteriormente con Rebeca y Dante. Gracias a la ayuda de Rose, logré obtener la información que necesitaba.

Llegamos al apartamento, concluyo con Dante la revisión de algunos contratos que él recibió de nuevos clientes. Mi intención es resolver todo esto antes de las ocho de la noche, ya que deseo llegar puntualmente al restaurante. Tal vez esta noche ocurra algo especial.

La noche ha llegado, brindándome la oportunidad de dirigirme al restaurante. Dante se marcha temprano hacia la casa de su madre. No le menciono mis planes de salir, ni tampoco mi intención de encontrarme con Sophia.

Aunque la cita de hoy no es conmigo, siento curiosidad por la relación que tiene con esa persona que no me agrada del todo, y me incomoda que esté cortejándola.

Dentro del restaurante, examino el ambiente y finalmente veo a la mujer que amo, elegantemente sentada y luciendo un hermoso vestido que resalta su figura de manera impecable.

Me inquieta pensar que se prepara de tal forma para alguien más, deseando que cuando esté conmigo, se entregue con la misma dedicación, a pesar de que su belleza brilla sin importar cómo se vista.

Observo la situación durante unos minutos para confirmar si la persona esperada ha llegado, pero no aparece. Por lo tanto, decido acercarme para ver si nota mi presencia mientras espera a su acompañante.

— Hola, Sophia.

Ella se sorprende tanto al verme que comienza a mirar a su alrededor. No estoy seguro si es porque la persona aún no ha llegado o si piensa que vengo con alguien más.

— Chris... ¿Qué te trae a este lugar?

— He venido a disfrutar de la cena — respondo con una sonrisa — Es lo habitual aquí, ¿no?

Me divierte su nerviosismo ante mi presencia, lo que me recuerda a nuestros tiempos de cortejo.

— "Qué caballeroso," — comenta con sarcasmo.

— ¿Y? — pregunto mientras miro a mi alrededor. — ¿Tu acompañante?

— Parece que se ha retrasado — responde.

— ¿Qué te parece si te hago compañía mientras llega tu amigo novio? — sugiero, señalando la silla frente a ella. — Claro, si no te incomoda...