Capítulo 10

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Encuentro con sus seres internos.

Sophia.

En este momento, viajamos en el jet privado The Miller Star rumbo ha Asia, donde participaremos en la ceremonia para dar la bienvenida a una nueva miembro de la Legión de las damas. Esta organización, de carácter global, reúne a fichas, peones y las principales damas de diferentes partes del mundo, reflejando nuestra diversidad y alcance.

En cada destino, siempre encontramos a fichas y peones, y lo mejor es que todas somos profesionales en diversas áreas, como medicina, periodismo, ingeniería en sistemas, enfermería, derecho, administración entre otras profesiones. La inclusión de universitarias es fundamental, y así fue como yo me uní a la Legión.

Mi desempeño como ficha fue tan destacado que mis compañeras decidieron promoverme a una de las damas líderes, un grupo de tres que toma decisiones clave dentro de la Legión, actuando como guías del clan.

A las mujeres como Rose, mi tía, las llamamos fichas o peones como Muralla, porque son parte del juego de las damas, colaborando con su experiencia en nuestras operaciones y siguiendo nuestras directrices. Nos regimos por un conjunto de normas que incluyen la lucha contra la corrupción que algunos gobiernos permiten a cambio de dinero.

Además, contamos con el apoyo de caballeros distinguidos, quienes son nuestros peones y valoran nuestra labor sin considerarla feminista. Estos hombres auténticos respaldan nuestra causa, ya que defendemos la justicia para todos, denunciando las acciones que dañan a la sociedad y nos llenan de vergüenza.

Beijing China.

Estamos llegando a nuestro destino, mis damas me reciben con entusiasmo en una residencia oculta cerca de la muralla. Una de ellas, quien me introdujo en la Legión, ha sido una guía invaluable junto a su padre.

— Bienvenida, dama de las bestias — dice con una sonrisa y una inclinación.

— Jing Li — respondo con un gesto similar. — Deja de llamarme bestia, sabes que soy la dama de hierro.

— Siempre tan obstinada — me abraza con calidez — me alegra verte, ven, para que te acomodes.

La mansión, de estilo oriental, me hace desear quedarme aquí y no regresar a Estados Unidos. Llegar a este sitio, se refleja una paz envolvente y el aroma de esencias me cautivan.

La servidumbre nos asigna habitaciones, mientras mis peones exploran el lugar, aunque Jing Li también cuenta con un fuerte dispositivo de seguridad.

A la nueva integrante le han asignado una habitación junto a la doctora que traje de Londres, quien debe estar presente en la ceremonia por ser parte de la Legión.

Desde mi habitación, un balcón me ofrece vistas a las montañas que conducen a la Muralla, el aire aquí es puro y revitalizante.

Decido darme una ducha para organizar mis pensamientos y también averiguar cómo se encuentra la nueva, pero primero debo reunirme con las damas de fuego y de hielo.

Alguien golpea la puerta de mi habitación; es una mujer de la servidumbre quién me informa que me están esperando. Salgo rápidamente para reunirme con las damas, pero antes debo localizar a mis fichas principales, Rose y tía Angélica.

Nos dirigimos a una vasta biblioteca en la casa, repleta de libros antiguos, todo se ve tan pacíficamente, es un aura de sana paz.

— Bienvenida, dama de hierro — me dice Anastasia, la otra dama, originaria de Rusia.

Inclinamos la cabeza en señal de respeto, un gesto habitual entre la Legión, Rose y tía Angélica también lo hacen.

— Ahora que estamos aquí, debemos abordar varios temas importantes — afirma Jing Li — Sophia, toma asiento junto a tus compañeras.

La Legión de las DamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora