Estaba recostada sobre mi cama leyendo un grueso libro que me había comprado esa misma mañana. Adoraba leer en la tranquilidad de mi cuarto. Estaba tan sumida en mi lectura que no escuché un ruido en la ventana. Cuando éste se hizo más fuerte me sobresalté, desvié la vista de mi libro y vi una pequeña lechuza apoyada en el alféizar pegando desesperadamente al cristal con su pico.
-¡Pig!- exclamé mientras se me aceleraba el corazón.
Solté el libro y, corriendo, abrí la ventana para que entrase. La llegada de Pig significaba noticias de La Madriguera, de Ron... Estaba segura de eso porque Ginny solía usar al viejo Errol.
Cogí la carta de su pico, pero cuando estaba a punto de abrirla la lechuza comenzó a ulular.
-Muy bien, pequeña, lo has hecho muy bien.
La acaricié. Entonces me dirigí a mi mesita de noche y abrí un cajón donde tenía algunas chucherías para lechuzas que había comprado para cuando Pig, Hedwig o Errol me traían cartas. Le di una a la lechuza de Ron y esta se puso a revolotear felizmente a mi alrededor como dándome las gracias. Cuando por fin se puso a comer, me senté en la cama y abrí la carta con manos temblorosas. Sólo había recibido dos cartas de Ron en todo el verano, y ambas eran contestaciones a las que le enviaba yo; en cambio de Harry tenía cuatro, y de Ginny unas ocho. De Viktor... Bueno, el viaje era largo, así que sólo nos mandamos una carta pero en un pergamino de casi un metro de largo, o al menos la mía. Aún seguía pensando un poco en él, pero había conseguido verlo sólo como un amigo. Jamás podría pasar nada más entre nosotros estando a miles de kilómetros de distancia.
Cogí la carta y me encontré la letra de mi amigo pelirrojo, que me decía:
Querida Hermione,
Te echo un poco de menos. ¿Te quieres venir a pasar lo que queda de vacaciones de verano a mi casa? A Ginny la harías muy feliz... y a mí también, la verdad.
Ron
Hermione, en cuatro días nos vamos a otra casa, así que si quieres venir tendrías que hacerlo antes de que nos marchemos. Ya te contaré en persona a dónde vamos.
Noté cómo mis mejillas enrojecían... Ron decía que me echaba de menos. La verdad es que yo también a él, y mucho. Pero entonces me percaté de una cosa que no sé cómo se me pudo pasar por alto y releí la carta. ¡Ron me estaba invitando a pasar las vacaciones en su casa! Aquello era increíble, jamás había hecho nada parecido... ¿Significaba eso...? Bah, no lo creo, tonterías. Al fin y al cabo éramos amigos desde hace más de cuatro años.
-Quédate aquí, Pig- le dije a la lechuza.
Bajé las escaleras a toda prisa y llegué al salón, donde mis padres veían la tele mientras tomaban el té.
-¡Mamá, papá!- exclamé-. ¡Ron me ha invitado a pasar lo que queda de verano en su casa!
Notaba mi corazón latir con fuerza y una amplia sonrisa ocupando mi cara. Mis padres me miraron.
-Pues... por mí vale- contestó mi padre.
Mi madre asintió también con la cabeza.
-Bueno, no hay problema, pero ¿cuándo te irías?
-Los Weasley se van a otra casa en cuatro días, no sé por qué, así que debería ser antes de que se vayan.
Mi madre frunció el entrecejo. Oh, oh, tal vez no debería haberle dicho que no íbamos a estar en La Madriguera. Pero antes de que me replicase algo le dije:
-Oh, mami, por favor...
No solía ponerle ojitos a mis padres para conseguir las cosas porque normalmente no solía protestarles, pero aquella vez era distinta: Ron estaba por medio. Y es que en estos dos meses comencé a notar que tal vez sintiera algo más que una amistad por el pelirrojo...
Pestañeé un par de veces y mis padres se miraron, hablando con la mirada en ese lenguaje secreto que tienen los padres.
-Bueno, vale- cedió al final mi madre, y siguió viendo la tele.
Mi padre me lanzó a escondidas una sonrisa cómplice que yo le devolví y subí corriendo a mi dormitorio para enviarle la contestación a Ron. Cogí un pergamino y una pluma (me había acostumbrado a escribir así) y comencé a escribir a toda velocidad.
Querido Ron,
Yo también te echo mucho de menos y estoy loca por verte. Mis padres me han dejado ir, así que estaré allí mañana por la tarde. Usaré la Red Flu. Ya me contarás a dónde vamos y por qué.
Besos, Hermione.
No era mucho, pero tenía que preparar tantas cosas antes de irme... Además, ya mañana tendría tiempo de sobra para hablar largo y tendido con él. Le entregué la carta a Pig y la lechuza salió volando por la ventana.
"Ron, mañana estaremos juntos... por fin".
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Ron y Hermione: Su historia desde el principio
FanfictionCAPÍTULOS NUEVOS CADA MARTES Y JUEVES Fanfic que escribí de adolescente sobre la historia de Ron y Hermione, personajes de la saga de Harry Potter (J.K.Rowling). Por supuesto, los personajes y la historia en sí no me pertenecen, sólo el Fanfic produ...