Era de noche. Yo estaba en mi cuarto preparando las cosas que me llevaría a Grimmauld Place y mi baúl de Hogwarts. Mi madre me había regañado porque yo pasaba de hacerlo, no me apetecía, pero ahora lo preparaba todo refunfuñando y con una amenaza de castigo sobre mí. Tenía la ventana abierta y cada dos por tres le echaba un vistazo esperando ver a Pig con una carta en el pico. Me iba poniendo más nervioso por minuto. Doblé malamente una camiseta, la metí en el baúl y volví a mirar por la ventana justo a tiempo para ver cómo un pequeño punto a lo lejos se iba acercando rápidamente hasta convertirse en mi lechuza.
-¡Al fin!- exclamé.
Me abalancé sobre Pig y le arranqué literalmente la carta del pico antes incluso de que se hubiera posado sobre el escritorio. Pig comenzó a chillar enfadada pero yo no le hice ni caso. Abrí el sobre y saqué la carta, encontrándome con la perfecta caligrafía de Hermione, que decía:
Querido Ron,
Yo también te echo mucho de menos y estoy loca por verte. Mis padres me han dejado ir, así que estaré allí mañana por la tarde. Usaré la Red Flu. Ya me contarás a dónde vamos y por qué.
Besos, Hermione.
Mi cara se iluminó de felicidad. ¡Hermione había aceptado mi invitación! ¡Iba a venir para estar conmigo el resto del verano! Con una sonrisa estúpida en la cara bajé corriendo las escaleras con la carta en la mano.
-¡Ginny! ¡Ginny!
Llegué a su cuarto y abrí la puerta de golpe. Mi hermana estaba mojada y con una toalla enrollada alrededor del cuerpo.
-¿¡Pero cuántas veces tengo que decirte que llames antes de entrar, imbécil!?- gritó mientras se aferraba más la toalla-. ¡Fuera!
Yo aparté rápidamente la mirada sin parar de repetir "perdón, perdón" y entorné la puerta.
-Sólo venía a decirte que mañana por la tarde llega Hermione- le dije desde fuera.
Se oyó un grito de alegría y unos golpes como de saltitos, y entonces Ginny asomó la cabeza por la puerta entreabierta.
-Enhorabuena, hermano. Lo has conseguido- me guiñó un ojo.
Mis mejillas enrojecieron mientras una sonrisita volvía a aparecer en mis labios, y entonces subí de nuevo a mi cuarto y seguí preparando las cosas, pero esta vez felizmente.
Cuando acabé me tumbé en la cama pensando en Hermione, en cómo habría cambiado en estos meses que había estado sin verla (cambiábamos bastante de un curso para otro) y en sus ojos color miel. Poco a poco me fui quedando dormido...
Los rayos del Sol entraron por la ventana abierta haciendo que me despertase. Me fijé en que no tenía el pijama puesto y ni siquiera estaba abierta la cama (mejor, así no tendría que hacerla). Anoche me había quedado dormido sin darme cuenta. Me rasqué la cabeza. ¡Claro, era el día en que vendría Hermione! Noté un cosquilleo en la barriga que me acompañó durante casi todo el día. Bajé las escaleras hasta la cocina, donde mis padres estaban desayunando.
-Buenos días- dije mientras bostezaba.
-Vaya, Ron, ¿te encuentras bien?- me preguntó mamá.
-Sí, ¿por?
¿Acaso se notaba en mi cara la emoción que tenía por la llegada de Hermione? Jamás permitiría que mis padres se enteraran de eso...
-No, es que te has levantado muy temprano- explicó mamá. Tus hermanos aún están dormidos.
Parpadeé un par de veces. ¿Yo levantándome temprano? Pues sí que me afectaba eso de estar enamorado...
-Así que Hermione viene esta tarde, ¿no?- preguntó papá sonriendo pícaramente.
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Ron y Hermione: Su historia desde el principio
FanficCAPÍTULOS NUEVOS CADA MARTES Y JUEVES Fanfic que escribí de adolescente sobre la historia de Ron y Hermione, personajes de la saga de Harry Potter (J.K.Rowling). Por supuesto, los personajes y la historia en sí no me pertenecen, sólo el Fanfic produ...