Por el precio de un alma- drarry- severitus

Parte sin título 16

No puedo creer que me estés abandonando".

Harry puso los ojos en blanco ante el lloriqueo de Tyler, mientras guardaba ropa y libros en su mochila para ir a Saint Mungo's a hacerse la resonancia magnética y la electroencefalografía. Tyler estaba tumbado en su propia cama, con la cabeza colgando sobre el borde, de modo que su rostro se estaba poniendo rojo y su pelo rozaba el suelo.

"¿Qué se supone que debo hacer?"

—No lo sé. Sal con Malfoy —sugirió Harry—. Ahora es tu novio, ¿no?

"No."

—Pensé que las cosas habían ido bien en el baile de Navidad. —Lo había supuesto cuando los había visto besándose con entusiasmo detrás de un arbusto esa noche, cuando regresaba al castillo. No eran la única pareja que había visto; había interrumpido accidentalmente a Alex Stone con su cita, pero Alex parecía aliviado en lugar de molesto, así que no se sintió demasiado mal por ello.

—Sí, pero no vamos a salir. No quiero nada serio y él tampoco, probablemente porque está loco por ti.

Harry le arrojó una almohada. —Cállate.

Tyler agarró la almohada y la arrojó hacia atrás. —Lo digo en serio. Se le notaban los celos cuando te vio bailar con Ginny.

"Si le gusto tanto ¿por qué no me invitó al baile?"

—No lo sé, pero estoy bastante seguro de que solo me estaba usando para practicar. No es que me importe.

—No importa —dijo Harry—. Te equivocas, no le gusto. Si te aburres, ve a pasar el rato con Alex. Yo me tengo que ir.

Pasó una semana en el MEEG esta vez y le preocupaba que una de las pruebas descubriera la voz que estaba escuchando, pero Kirith nunca dijo nada. La voz en sí casi no habló mientras él estaba allí. Harry intentó convencerse a sí mismo de que eso significaba que se estaba yendo, pero tenía la extraña sensación de que solo se estaba escondiendo mientras él estaba rodeado de curanderos.

Después del MEEG, Kirith hizo algunas pruebas de hechizos más y luego dijo: "Realmente no eres un candidato ideal para una prótesis de nervio. Probablemente nunca lo serás".

Harry se desplomó. "¿Nunca?"

—No, en realidad no —dijo ella, y luego observó su figura abatida y añadió lentamente—: Pero... mira, no eres ideal. La epilepsia lo hace muy arriesgado. Sin embargo...

Levantó la mirada, sin atreverse apenas a albergar esperanzas. "¿Qué?"

Ella dudó, parecía insegura, y luego dijo: —Podría hacerse. Harry, escucha —continuó con severidad cuando él se incorporó, sonriendo—. No te emociones todavía. Si... si ... hiciéramos esto, sería un procedimiento muy peligroso. Si sufrieras una convulsión mientras creamos los nervios, podría causarte un daño cerebral irreparable. Podría matarte.

Eso le hizo dejar de sonreír. "¿En serio?"

—Sí. Incluso si no lo hace, podría dejarte en coma de por vida. Incluso una breve crisis de ausencia podría causar daños de una magnitud desconocida. Estamos hablando de una cirugía cerebral, Harry. Es arriesgada incluso para alguien que no padece epilepsia.

Se mordió el labio mientras pensaba en ello. ¿Valía la pena arriesgarse a morir o a entrar en coma para recuperar la visión completa?

Tres años, tres meses, susurró la voz, sobresaltándolo. Tres años, tres meses y estás muerto de todos modos.

Miró a Kirith. —¿Qué posibilidades crees que hay de que sufra un ataque mientras lo haces?

Ella miró el diario de convulsiones que tenía sobre el escritorio. "Este año has estado mejor, el anticonvulsivo está funcionando... no hay forma de saberlo...". Lo miró de reojo. "Preferiría esperar hasta que fueras mayor. Una vez que hayas pasado la pubertad, es probable que las cosas cambien".