¡ALFA!

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Sharon caminaba a la puerta de su casa luego de haber ido a comprar unos snacks al OXXO que había a unas cuadras más de su casa, quiso ir caminando debido a que tenía calor y lo usaba como excusa para ir caminando.

También por qué el cielo aquella noche en México estaba bastante estrellada, la luna llena, las calles silenciosa y había una brisa muy linda de viento, era simplemente perfecta esa noche.

Sharon frunció el ceño viendo como un hombre encapuchado, que caminaba rengueando pasaba por su lado rápidamente, no pudo evitar voltear sobre su hombro viendolo irse.

Se veía realmente extraño y misterioso.

Está decidió no darle más importancia y seguir de largo, al llegar frente a su casa quedó helada, miro detenidamente a lado de la puerta de su casa, viendo tres imágenes colgada allí.

Rápidamente se acercó a tocar el timbre desesperadamente, al instante su esposo le abrió con el ceño fruncido; — ¿Que paso amor? — Pregunta el preocupado

— Eso. — Apunto la pared a su derecha

Federico volteo a su derecha, sus ojos se abrieron grandemente al ver aquellas fotos colgadas en su pared; — No, otra ves...— Niega el suspirando saliendo de la casa

Ambos se quedan parados mirando fijamente aquellas fotos; — Tendríamos que entrar, no es seguro que estemos acá, saca esas fotos de la pared, yo voy a ir llamando a los chicos...— Habla Sharon adentrándose a la casa

Federico no tardó mucho en sacar las fotos para ir detrás de su comprometida, la idea de revisar las camaradas de seguridad no pasaron desapercibido por lo cual se dirigió al cuarto gamer, luego de ver a su esposa mensajear por su celular que según el era el Club misterio.

— Me dijieron que ya están por venir...— Habla está guardando su celular en su bolsillo

— Okey, yo voy a ir revisando las camaras...— Habla Federico adentrándose al cuarto gamer

— Sabes, cuando estaba volviendo del OXXO, ví a un chabón encapuchado, vestido de negro y medio rengo viniendo de casa, tipo en la misma cuadra, me dió unas malas vibras...— Habla Sharon descansando su espalda baja sobre el escritorio de Federico, quien dejó de teclear en la computadora para voltear a verla

— ¿Den serio? — Pregunta con el ceño fruncido

— No, es joda, y si amor, por algo te digo — Habla está rodando los ojos

— No tendrías que salir más por la noche sola amor, te dije que me esperarás y te fuiste al carajo, las calles están muy peligrosas acá en México y lo que nos está pasando ahora con los payasos puede ser peor...— Este se acerca a ella, poniéndose frente a ella y acariciando su mejilla izquierda

Sharon suspiro al sentir su tacto.

Suspiro que saco una sonrisa en Federico.

— Si, es que el OXXO está a tres cuadras, no le ví nada de malo, pero está bien, no va a volver a pasar...— Afirma está mirándolo directamente a los ojos, Federico asintió

— ¿Por qué sos tan perfecta...? — Pregunta descansando sus grandes manos sobre las caderas de Sharon, acercando su rostro lentamente al de ella

Está sonrio de lado rodando los ojos; — No lo sé...— Respondió ella con simpleza

Federico acercó lentamente su rostro al de ella.

Sus narices rozaron.

Sus respiración de mezclaban entre si.

Sus ojos miraban con deseos los labios del otro.

Sharon cerro sus ojos al sentir el cálido tacto de su mano sobre su mejilla izquierda, cuando más esperaba aquel deseoso beso, sonó aquella melodía tenebrosa, el timbre.

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