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Sharon miraba el techo con sus ojos cristalizados, el nudo en su garganta seguía presente, sin duda la decisión que habia tomado hace dos semanas la estaba matando lentamente, poco a poco.
Pero tuvo que hacerlo, era por el bien de ellos.
Dos semanas.
Dos largas y torturosas semanas, sin mantener conversación con ninguno de los chicos, ni siquiera con Ian, su teléfono había estallado luego de haberse ido de la casa de Ian, por llamadas de todos ellos.
Ian fue el que más insistió, seguro estaba en shock y no entendía el porque ella no había echo.
Mientras que Federico no insistió tanto como Ian, algunas que otras llamadas o mensajes pidiendo que le contestara, que necesitaban hablar, entendía que el Uruguayo estuviera en shock por lo repentino que fue todo.
Ella todavía seguía en shock, aprovecho que se le había dado la oportunidad, pero realmente no era lo que quería, por nada del mundo sería lo que ella quería, jamás.
Salió de sus profundos pensamientos al oir la notificación de su celular sonar, vagamente tomo aquel celular desbloqueandolo.
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Número desconocido
Despídete de tus amiguitos...
Foto ¹
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Sharon frunció el ceño entrando a la foto que se podía ver solo una vez, sintió su corazón acelerarse al ver como se trataba de una foto de la puerta de la casa de Federico.
Rápidamente se levanto de su cama, salió corriendo de su habitación y bajo por las escaleras agradeciendo mentalmente en estar a solo un piso arriba de la entrada.
Afortunadamente estaba dos cuadras de la casa de Federico, por lo cual correría sin dudarlo debido a que tardaría mucho en prender el auto arrancar y luego estacionar y apagar.
No tardó mucho en llegar.
Respiraba agitadamente viendo la puerta de la entrada abierta, entro sin dudarlo viendo las luces apagadas, al entrar cerro la puerta negra acercándose lentamente.
Miro a los alrededores pero no había señal de alguno de los chicos, se acercó al balcón a ver a los chicos, sintió la tranquilidad recorrer todo su cuerpo al ver como salían los chicos debajo del túnel, grabando hacia ella.
