Me gusta mirar tus ojos
Que aún no aprenden a mentir
Me gusta mirar tu boca hecha para sonreír
Me gusta mirar tu pelo
Cuando te lo enreda el viento
Me gusta sentir tus manos y tu aliento
Me gusta escuchar tu voz y su acento
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Narra Iván:
Me levanté todo torcido, estos weyes parecen que traen lombrices en la cola. Chequee mi teléfono y eran las 12 de la tarde, me paré de la cama y fui al baño hacer mis necesidades, cuando salí mi mujer, oí nomas al vato HAHAHSHAH ni que me hubieran perdonado, toy tan mal que yo mismo me hago bullying pasado de verga cómo siempre, pero mientras demuestren lo contrario y antes los ojos de Dios y la ley es mi mujer. Baje las escaleras y escuché movimientos en la cocina por lo que me imaginé que Gala estaría ahí.
-que hace mi reina?- pregunté a sus espaldas- buenos dias hermosa- ahora dije escondiendo mi cabeza en su cuello.
-haste para allá Iván- dijo empujándome- tan temprano y ya estás chingando- con una carota.
-nambre mujer traes un humor, que quieres pues que traes tu jetota- dije abriendo la nevera.
-ay ya no quiero nada- dijo haciendo puchero y saliendo de la cocina.
- que quieres preciosa?- dije sentándome a su lado- ya dime pues- la presioné.
-es que tengo hambre- dijo haciendo pucheros y viéndome con los ojos llenos de lágrimas.
-y por eso estás así amor??- le pregunté para soltar una carcajada- a ver que quieres princesa?- dije acariciando su pelo.
-el bebe y yo queremos unos rollos de canela, no mejor unos pancakes, no mejor unas crepas o un omelette o unos huevitos rancheros o unas enchiladas- empezó a decir rápidamente- ay! No sé qué quiero- dijo escondiendo su cara en mi cuello.
-que te parece si te mando a traer de todo un poquito y ya comes de todo o lo que tú quieras- dije acariciando su pelo, solo sentí como asintió con la cabeza.
Pues no quedó más que sacar mi teléfono y mandar los mensajes necesarios para que pasara. Mientras tanto creo que Gala se durmió en mis brazos y yo me puse a ver y jugar en mi celular hasta que llegara el desayuno.
(...)
Ya todos nos encontrábamos sentados en la mesa desayunando tranquilos cuando de empieza a escuchar gritos a lo lejos. Me paré y le dije que me esperaran a ver qué sucedía.
-pues que vergas traen cabrones, los escucho hasta el comedor- dije viendo el relajo que traen mis hermanos.
-wey es que veníamos en los rzr y la rata pendeja se volteó y perdió la apuesta- Alfredo dijo casi morado de la risa.
-wey no da risa que tal y que me muero ahí, y tú con tus mamadas a la verga- dijo Ovidio empujándolo y caminando directamente para la casa.
-si claro entra estás en tu casa ovidio- dije al ver que ni saludo- ya cállate el hocico loco, me tienes mamado con tu risa de hiena- dije dándole un zape para entrar yo también a la casa.
Todos nos sentamos a comer en la mesa, incluso el nini, el piyi y varios de los muchachos nos acompañaron en la mesa, estábamos a gusto relajando y haciendo sobremesa. Cuando todos terminaron se nos hizo buena idea hacer una albercada, ya nos ves a todos en chinga poniéndonos traje de baño.
