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Veo que Freen estaciona frente a un enorme y cristalino edificio situado en una de las zonas más prestigiosas de toda Tailandia. Ni siquiera quiero imaginar qué tan rica es como para poder permitirse costear un apartamento en ése lugar.
Cuando bajamos de auto, por primera vez en toda la noche, su mano hace contacto con mi cuerpo en el momento en que la posa en mi espalda para guiarme. Logrando hacerme estremecer.
Tan pronto como entramos en su apartamento, no puedo evitar mirar el lugar con ojos abiertos. Ella me invita a una copa mientras se deshace de su chaqueta otra vez quedándose solo con la camisa blanca.
No soy muy buena con el alcohol, tampoco sé muy bien qué elegir entre las variedades que tiene a disposición, así que solo acepto con un “me parece bien” cuando me muestra una de las bebidas que adornan el mueble. Y para ella se sirve wishky.
──── Tu apartamento...es enorme.
Rodea la mirada por el lugar como si no fuera lo suficientemente obvio.
──── Es posible.
Le da un sorbo a su bebida y yo hago lo mismo tratando de no atragantarme. Mi garganta escuece pero no le doy tanta importancia.
Freen rodea la barra para venir a mi encuentro y yo miro con detenimiento cada uno de sus movimientos. Cuando se para delante de mí apoyando las manos en la barra al tiempo que baja la cabeza muy cerca de la mía siento que me pierdo en sus ojos marrones.
──── Quiero que me digas si quieres ir a más o prefieres que solo charlamos.
Niego con la cabeza en total rechazo a la segunda opción. No todos los días puedo encontrar a una mujer atractiva que desee pasar la noche conmigo.
──── Quiero ir a más...contigo ──── las palabras salen libremente de mi boca, como si no tuviera control alguno sobre mí misma.
Ella me sonríe, a continuación posa sus manos sobre mi rostro y sella mis labios con los suyos. Su boca se mueve lentamente sobre la mía, ofreciéndome restos del sabor de su bebida y yo de la mía. Su lengua invade el interior de mi boca, buscando ciegamente la mía, la cuál le ofrezco sin siquiera dudarlo un segundo. Mis manos están situadas sobre su vientre plano, aferrándose a su camisa.
──── Eres tan dulce y adorable ──── musita entre mis labios para después apoyar su frente contra la mía.
Con el dedo pulgar de su mano derecha, dibuja mis labios lentamente, excitándome aún más. Provocando un calor insoportable en el centro de mis muslos.
Antes de estampar sus labios nuevamente sobre los míos, me toma por la cintura y me levanta de golpe. Como si yo no pesara nada. Debo decir que me ha dejado impresionada con semejante fuerza. Mis piernas rodean su cintura y mis brazos su cuello. Me lleva hacia alguna parte. La verdad no le presto atención a eso. Su mirada lasciva no me deja pensar con claridad. Y su boca tampoco.
