"POR FAVOR..."
Aurora.
¿Estaba soñando o alguien casi tumbaba mi puerta?
Me removí en la cama sin abrir los ojos. El sonido paró y me relajé. Seguro era producto del sueño. De todas formas, llevé mi mano hacia mi arma, que estaba debajo de la almohada y la dejé descansado allí.
Hundí mi cara en la almohada y tras respirar profundo, empecé a soñar de nuevo. Sin embargo, esta vez escuché perfectamente cómo abrían la puerta de mi habitación. Todos mis sentidos se activaron al mismo tiempo y salté de la cama empuñando mi arma, apuntando hacia la puerta.
Al ver de quien se trataba, pensé que seguía soñando. Parpadeé varias veces, pensando que desaparecería.
Adelanto: no desapareció.
—No estás soñando, Sinclair —me espetó —. Vístase, tenemos algo que hacer.
—¿Algo que...? —miré el reloj en la mesa de noche —. ¿A las tres de la mañana?
Pensé en la propuesta que me hizo en la oficina de Connor, que, bueno, pareció más una orden ¿Había venido por eso?
—No he dicho que si a lo que me propusiste. —le recordé.
—Créeme, Aurora, si hubiese venido a follarte quien te estaría apuntando sería yo, y no precisamente con el arma.
Abrí mucho los ojos.
—Eres un descarado de primera. —le espeté, bajando el arma.
—Bueno, no tengo mucha fama de ser un caballero —enarcó una ceja —. Y tú no tienes mucha fama de que te gusten los caballeros.
—Como si supieras mucho de mi.
—Se lo necesario.
Sonreí con burla.
—Entonces no sabes nada. —tiré el arma en la cama y me pasé los dedos por el cabello —. ¿Qué es tan importante para tener que hacerlo a esta hora?
La luz estaba encendida, así que podía verlo con claridad. Llevaba el uniforme gris de la OAM que le quedaba a la perfección. Sus ojos me parecían más oscuros de lo normal, también tenía sueño. Algo me decía que no había dormido nada, tenía ojeras bajo sus ojos, mínimas, pero ahí estaban.
Me acerqué a él, siendo cada vez más consciente de nuestra diferencia de altura.
—Hoy explotó una fábrica de exportación de droga. Era de unos mexicanos, los cuales están en guerra fría con los Smirnov —explicó —. Al meterse en su territorio ese fue el resultado.
—¿Y yo que papel hago aquí?
—Creo que hay algo que no estamos viendo, así que sírveme de algo y ayúdame a ver qué es.
Le entrecerré los ojos.
—¿Por qué yo vería algo que los profesionales no pudieron ver?
—No me haga preguntas y vístase, Sinclair. No estoy aquí para perder mi tiempo. —me espetó, dando por terminada la conversación —. La espero afuera.
Rodé los ojos cuando salió. No me quedaba más que hacerle caso. Tomé un conjunto de mono y sudadera gris y me lo coloqué, con una camisa de tirantes debajo. Me puse el cinturón con la funda para el arma, y tras colocarla en su lugar salí de mi habitación cerrando la puerta detrás de mi.
Grayson estaba recostado de brazos cruzados en la pared lado al ascensor. No se movió mientras me acercaba, solo me analizó de pies a cabeza con sus ojos vacíos.
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Perfecto Engaño
RomanceAurora Sinclair sale de la cárcel con el propósito de destruir a quienes la destruyeron. La venganza corre por sus venas, la manipulación le embriaga el cerebro y la pasión llega por un cuerpo que no le pertenece. El objetivo es claro, sin embargo...