Capítulo 13

152 15 3
                                    

ACLARACIÓN: Grayson, por el momento, no siente nada por Aurora que no sea deseo. No está celoso porque ella le guste. Se la quiere follar, simple. Quiere su atención porque eso alimenta su extraño ego. Y el pensamiento de que su hermano pueda meterse con ella primero, es un golpe muy fuerte hacia el mismo.

INTERPRETACIÓN.

Aurora.

Había jodido la mínima confianza que Grayson pudo llegar a tenerme. No me arrepentía en lo absoluto, claro. Al final, estaba cumpliendo el papel que tenía en su vida: medio para un fin.

Tanto Finnick como yo sabíamos que su reacción sería bastante explosiva. No imaginé que tanto, pero bueno, supongo que alguien alguna vez podría sorprenderme un poco.

El ambiente estaba tenso en el avión. Cristina estaba estúpidamente enojada, Finnick se había calmado, pero estaba preocupado, y los demás estaban tensos porque sus jefes lo estaban.

—Cuanto buen humor... —murmuré.

Connor a mi lado me miró mal. Charles, a mi otro lado me miró de reojo con la mandíbula apretada. Ninguno estaba de acuerdo con esto, eso seguro.

—A mi ni me mires. —le espeté a Connor.

Seguía enojada con él.

—¿En serio seguirás enojada conmigo? —me preguntó.

—Si. —le sonreí sin ganas y luego volteé la cara.

Suspiró, cansado, pero no insistió. No tendríamos esa conversación en público.

Charles carraspeó, mirándome. Le enarqué una ceja.

—¿Algo que decir?

—Si, de hecho. —asintió con clara incomodidad.

Nuestra relación no había mejorado ni un poco, y dudaba que lo hiciera algún día.

—Hablé con los chicos, nuestros hermanos —creo que se me iluminó la mirada —. Vendrán a verte a la organización cuando regresemos, eh... Les mentiré a nuestros padres, les diré que los sacaré a comer para alivianar la tensión de la casa. Querían que fuera una sorpresa, pero... Bueno, solo quiero que tengas una motivación para volver.

No podía creerlo.

Nunca me había dedicado a analizar profundamente a Charles. Ahora no pude evitar hacerlo. Movía sus manos de manera intranquila y sus ojos estaban inquietos, reflejando preocupación, duda y desconfianza. Un poco de remordimiento, quizás. Su postura estaba a la defensiva, esperando una respuesta negativa de mi parte hacia su persona, y quise dársela, en serio. Él pensaba que si tenía la oportunidad me iría, pero que me dijese lo de los chicos me demostraba que tenía esperanza en mi, en el hecho de que estaba intentando hacer las cosas lo mejor posible. Y aunque eso no arreglaría nada, una parte muy pequeña de mí que no tenía resentimiento, lo valoró.

—No voy a irme a ningún lado. —murmuré, mirando hacia el frente.

—Solo... —respiró hondo —. Eso espero, Aurora.

—Gracias —musité —, por lo de los chicos.

—Está bien. Te han extrañado mucho.

—Y yo a ellos.

Nos quedamos en silencio. Yo no pensaba en romperlo. No tenía nada más que decir. Charles volvió a hablar.

—También deberías agradecerle al director Lennox. Él fue el de la idea de que los vieras. Yo orquesté lo demás.

Perfecto Engaño Donde viven las historias. Descúbrelo ahora