MANIPULACIÓN.
Aurora.
La vida puede acabar contigo si se le antoja. Tú jamás podrás hacer lo mismo con ella. Sin embargo, lo que sí puedes hacer es jugar sus juegos y sobrevivir.
A mi me encantaban los juegos.
A mi se me daba bien sobrevivir.
Por esas razones estaba en la oficina de Lennox acompañada de su dueño, Dan y Charles, con el número de Aleksander en una mano y un teléfono en la otra.
—Esto me parece precipitado. —dijo Charles.
No pude evitar rodar los ojos.
—Entonces, que bueno que a nadie le interesa lo que te parece y lo que no. —le espeté.
—¿Lo ves? No te lo tomas enserio —dijo, enojado, quitándome el celular de las manos. Le enarqué una ceja—. Podría ser una trampa y dado a tu historial...
—¿Podría caer? —le interrumpí, haciéndole frente —. ¿Es eso? Dame el celular y mira como hago que te quieras cortar la lengua.
—Devuélvale el celular, agente. —la voz de Lennox resonó en la oficina.
—Director... —Charles intentó refutar.
Lennox le dio una mirada que pudo haber congelado el mismísimo infierno.
—Devuélvale el celular —repitió Lennox —. Cuestione a su hermana todo lo que se le antoje, Sinclair. Siempre y cuando sea una situación donde yo no esté involucrado. Aurora pidió un documento que yo autoricé y propuso hacer una llamada que yo —se señaló mientras se inclinaba un poco hacia delante de manera amenazadora en su silla —, el puto director de esta organización, autoricé. Entonces ¿qué haces tú? Respetas mis órdenes y callas. El drama de hermanos déjenlo para cuando estén fuera de aquí, porque a mi no me interesan sus problemas. Ahora, agente, devuélvale el celular a la señorita Sinclair.
¿Era normal que ese rollo macabro y demandante de Lennox me pusiera caliente?
Concentración, Aurora, concentración.
Daba miedo, pero era sexy. Me preguntaba si también era así en la cama.
¡Concentración!
Si, si..., lo siento.
A Charles no le quedó de otra que hacer lo que Lennox le ordenó. Obedecer y callar.
Al tener el celular en mis manos nuevamente y guiñarle un ojo a Charles, miré directamente a Lennox, que me devolvió la mirada después de terminar de mirar de una manera muy horrible a Charles. Se cruzó de brazos y alzó un poco la barbilla en un gesto de afirmación. Sus palabras llegaron a mi cerebro antes de que las pronunciara.
—Has lo que tengas que hacer.
Asentí con la cabeza.
Encendí el celular y marqué el número que estaba en el papel. Lo miré apenas unos segundos y presioné el icono para llamar. Lo puse en altavoz al instante.
Se escuchó el primer tomo. Nadie se movió, nadie habló.
Segundo tono. Nada.
Subí la mirada hacia Lennox. El ya me estaba mirando. Tenía una arruga en el entrecejo apenas perceptible. Nadie podría darse cuenta de ese detalle. Estaba pensando lo mismo que yo.
Tal vez Aleksander sólo quería jugar con nuestras emociones y...
—Moya lyubov'.
Todo mi cuerpo se convirtió en porcelana. Lo disimulé lo mejor que pude. Respiré de forma regulada y dos segundos después expulsé el aire de la misma manera. Al mirar a los agentes, pude notar que ninguno se había dado cuenta de mi reacción. Perfecto.
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Perfecto Engaño
RomansaAurora Sinclair sale de la cárcel con el propósito de destruir a quienes la destruyeron. La venganza corre por sus venas, la manipulación le embriaga el cerebro y la pasión llega por un cuerpo que no le pertenece. El objetivo es claro, sin embargo...