QUINCE

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POV CAMILA

Me desperté alrededor de las 5:30 a.m. La habitación estaba en silencio, solo el sonido suave de la respiración de Richard a mi lado. Me quedé unos segundos mirando el techo, tratando de juntar mis pensamientos. Había sido una noche rara, llena de emociones, y aunque me había quedado dormida a su lado, sabía que tenía que regresar a mi cuarto antes de que James llegara.

Me levanté con cuidado para no despertar a Richard. Lo vi dormir tan tranquilo, con su rostro relajado, y por un momento me quedé mirándolo. Pero el reloj corría, así que agarré mi chaqueta, que había quedado en la silla, y salí sigilosamente de la habitación.

El pasillo estaba frío y en completo silencio, así que caminé rápido hacia la puerta de mi cuarto. Sabía que James había salido con una chica anoche, así que no había riesgo de que estuviera allí todavía, pero mejor prevenir.

Abrí la puerta de la habitación que compartía con James y me metí sin hacer ruido. Al entrar, suspiré aliviada. Me acosté en mi cama, sintiendo cómo el cansancio me volvía a invadir. Solo faltaba esperar a que él volviera, y por suerte, ya estaba a salvo en mi cuarto.

Hoy era el partido contra Panamá, y estaba emocionada. Había esperado este momento con ansias. Me levanté sintiendo la energía del día, pero al mismo tiempo, la preocupación de que todo saliera bien.

Después de unos minutos, mi celular sonó. Era una llamada de Néstor, el entrenador. Contesté, pensando que sería algo relacionado con el partido, pero en cuanto escuché su tono de voz, supe que algo andaba mal.

— Camila, ¿dónde está James? —preguntó, con un tono algo irritado.

— Eh... No lo sé, profe. Salió anoche —le respondí, mientras trataba de pensar en alguna excusa convincente.

— ¡Ese hijuep***! ¿Dónde estará metido? —Néstor soltó una exclamación de pura frustración.

Colgué la llamada, sintiéndome un poco nerviosa. Sabía que si James no aparecía pronto, Néstor iba a volverse loco. No era la primera vez que mi hermano se desaparecía antes de un partido importante, pero esta vez las cosas parecían más tensas.

Rápidamente, le mandé un mensaje a James: "¿Dónde estás? El profe te está buscando. Vas a meter en problemas a todos si no apareces ya."

Me quedé mirando el celular, esperando su respuesta, mientras sentía que los minutos pasaban cada vez más lentos.

La ansiedad comenzó a acumularse en mi pecho mientras esperaba que James respondiera. A cada segundo que pasaba, mi mente se llenaba de preocupaciones sobre cómo reaccionaría Néstor si James no aparecía a tiempo.

Finalmente, mi celular vibró. Era un mensaje de James: "Tranquila, estoy en camino. Tuve una noche larga, pero ya estoy despierto."

Respiré aliviada, pero aún preocupada. Tenía que asegurarme de que él llegara antes de que Néstor se molestara más.

Mientras me preparaba para el partido, no podía evitar pensar en Richard. Había sido un apoyo increíble durante estos días, especialmente después de lo que había pasado. Me sentía un poco nerviosa al pensar en cómo iba a verlo hoy, sabiendo que él estaría jugando y que yo estaba allí para animarlo.

Decidí ponerme algo que me hiciera sentir segura: una camiseta del equipo, unos jeans cómodos y mis tenis favoritos. Antes de salir, me miré en el espejo y traté de recordarme a mí misma que este día era especial, independientemente de lo que pasara.

 Antes de salir, me miré en el espejo y traté de recordarme a mí misma que este día era especial, independientemente de lo que pasara

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