Cosas Inesperadas

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Ambos se despertaron tarde al siguiente día debido a que se durmieron tarde, Natsu no le había dicho la hora de su cita con Lucy.

— demonios ya son las 10 de la mañana, Lucy estará esperándome, rayos esto no es una misión no puedo ir con lo que sea, ¿un momento, ¿cuándo me preocupé por cómo vista? — pensaba — bueno me vestiré con mi ropa usual y me iré rápido... — se vistió con la ropa usual bata negra y la bufanda, sí esa bufanda qué lo había acompañado desde su infancia.

Se fue hacia el espejo y recordó.

— la bufanda de Igneel siempre me quedó muy bien, fue un muy bien regalo papá — ese regalo de su padre era muy valioso para él — además es el único recuerdo que aún tengo de él.

— ¿un momento y Happy? No está donde durmió ayer — buscaba en toda su casa hasta qué encontró una nota en su cama.

— saldré un momento con Charle y Wendy iremos a comer dulces, suerte en tú cita Natsu si te preguntas cómo lo sé... es porque no dejabas de decirlo mientras dormías, te guuuusssstaaaaa.

— bueno una preocupación menos — tiró la nota por la ventana.

— ¡Diablooss! Ya pasó media hora, iré deprisa — en ese instante Natsu prácticamente voló hacía la casa de Lucy resultado de todo el entrenamiento y sus batallas, sólo tardó 5 minutos.

En el hogar de Lucy ella había estado durmiendo plácidamente abrazando a su almohada, pero cuándo se despertó y se fijó en la hora, se levantó tan rápido a alistarse que no se había dado cuenta que en realidad Natsu no le había dicho la hora de la cita.

— ay qué dolor de cabeza – mencionó al momento de peinarse frente al espejo — un momento, tampoco me dijo dónde sería el lugar de nuestro encuentro, vaya que estábamos emocionados ¿debería llamarlo? ¿tiene celular? ¿habrá venido ya?

Lucy había estado alistándose por media hora después de haberse despertado, cepilló su cabello, lavó su rostro lo mejor que pudo, pero aun así estaba preocupada porque no había especificado ninguna hora ni lugar.

— ay Natsu, me pregunto a dónde querrá ir, además ya casi es hora del almuerzo, es muy tarde, quizás primero ya está almorzando en su casa y estoy haciendo todo esto por nada — decía enojada — aunque ahora qué lo pienso... estoy a punto de tener una cita con Natsu... — se sonrojó ante la declaración mientras sus manos se pusieron en sus mejillas y cubriendo su rostro entero.

En ese justo momento en que pensaba apareció el rey de Roma.

Natsu había apareció en la ventana de un salto subió hasta ahí para decir:

— ¡hola Lucy! Siento llegar tarde — sonriendo de oreja a oreja — ¿nos vamos?

— Na-Natsu lo siento aún estoy arreglándome y tardaré un poco...

— bggghhhh... — ambos se sonrojaron porque el ruido de estómago había venido de los dos.

— jajá... jajaja... — y la dupla se rieron juntos por eso.

— lo siento Lucy es que me levanté tarde y no pude comer nada.

— también yo Natsu sólo hace unos momentos desperté y estuve arreglándome para nuestra cita.

— bueno sobre eso, mejor salgamos en la tarde, ¿más bien podríamos ir a comer? — dijo con ojos brillosos.

— si Natsu será mejor eso... aunque aún es temprano para que los restaurantes abran... mmm... Natsu...

— ¿sí Lucy?

— ¿podrías cocinar conmigo? — decía un poco avergonzada.

Natsu notó su sonrojo y además él sabía que las citas tratan de pasar tiempo con la otra persona, así qué le pareció perfecto.

— ¡claro Lucy!

Ambos fueron a la cocina, prácticamente ya era medio día.

La Bufanda del dragón (Natsu x Lucy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora