Germán

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Me encontraba disfrutando de una buena fiesta, después de todo me he estado esforzando en el colegio mis notas han subido gracias a Renata, ya me encontraba con algunos tragos encima cuando siento que mi teléfono vibra, ya tenia unas llamadas perdidas de Renata.

Me aleje un poco del bullicio -Bueno- dije con un la voz un poco cruzada. Del otro lado de la llamada solo pude escuchar que Renata hablaba muy rápido y no le entendí.-- ¿Que acabas de decir?- ella con la voz entrecortada me dijo -Misael esta aquí- se corto la llamada y me que congelado ante lo que acababa de escuchar, salí corriendo de la fiesta buscando en mis bolsillos las llaves de mi auto, torpemente lo abrí y me monte en este.

Intentaba marcar al celular de Renata pero nadie contestaba con la vista nublada de la furia que traía no me di cuenta que estaba pasando los altos, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba afuera de mi casa, salí corriendo de mi auto y me dirijia a la entrada de esta,la puerta estaba abierta y solo pude escuchar gritos en la planta alta algo dentro de mi se encendió no comprendo que fue pero algo se apodero de mi subí las escaleras corriendo y lo que vi me dejo sin palabras con las manos echas puño me abalance sobre la silueta que estaba sobre la cama.

pude sentir como caímos al suelo y comencé a propinarle puñetazos en la cara al infeliz que solamente se reía de la golpiza que le estaba propinando, no metía las manos y eso era lo que mas me molestaba, poco a poco deje d escuchar sus carcajadas en ese momento las manos me ardían pero algo dentro de mi me decía que no me detuviera a lo lejos escuche los gritos de Renata que me pedía que parara ¿ Por que me estaba pidiendo eso? si esta es la persona que mas lea echo daño desde que era una niña.

Sentí que me abrazaba por la espalda sin importarle que le pudiera pegar -Déjalo por favor no lo mates- me decía entre llanto mi semblante cambio al escuchar sus palabras deje de golpear al infeliz que tenia debajo de mi y voltee a verla,- pero que carajos me estas pidiendo- ella solo tomo mi rostro y comenzó a acariciarlo - te pido que no lo mates a que si o haces te pueden meter a la cárcel, no entiendes que este infeliz tiene que pagar y muerte solo seria un premio para el.- me decía con sus ojos llorosos eso me rompía el corazón totalmente al verla tan inocente y temerosa la tome entre mis brazos y con la poca luz que entraba por la ventana pude ver que tenia moratones en la cara eso me hizo enojar aun mas, tome su rostro entre mis manos y  la acaricie ella evitaba que la viera.- te prometo que a partir de ahora nadie mas te tocara .-  le di un tierno beso en la frente.

Llamamos a la policía y  aquel infeliz no se podía levantar ya que gracias a la golpisa que le di quedo inconsciente, me quede con ella en la sala esperando a que llegara la policía.

Un respiro...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora